Por Abril Heredia – Terra Peninsular A.C. y Eduardo Palacios – Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE)
En enero de 2024 en el marco del Proyecto de Aves Playeras Migratorias (MSP por sus siglas en inglés), se completó la décimo tercera temporada del monitoreo invernal de aves playeras en 22 sitios prioritarios para aves playeras en las lagunas costeras del noroeste de México.
Los censos de aves playeras durante su estancia no reproductiva en México, y en otros diez países de las Américas desde Canadá hasta Chile, se realizan para generar datos que permitan detectar patrones y tendencias en la distribución y abundancia de las especies de aves playeras y detectar cambios en las condiciones de los hábitats que usan en la Ruta Migratoria del Pacífico de las Américas.
Miles de aves playeras descansando al borde de un estanque de producción de sal en el sitio RHRAP / WHSRN Complejo Lagunar Ojo de Liebre. Foto: Abril Heredia.
En cada temporada de invierno se conforma un equipo de monitoreo en la península de Baja California, en esta ocasión compuesto por ocho personas que visitaron 10 sitios, de los cuales seis son sitios de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP / WHSRN). La participación de voluntarios es clave en los censos del MSP, pues visitantes de otras organizaciones y estudiantes, afines o no al estudio de las aves playeras, tienen la oportunidad de colaborar y desarrollar conocimiento en torno a un proyecto que involucra ciencia, difusión, vinculación social y acción estratégica. Además, el trabajo diario se hace más eficiente, favorecido por las experiencias de cada integrante. La conclusión de una temporada exitosa resulta de la coordinación entre los miembros del equipo y, dependiendo del sitio que se visita, de la coordinación con los colaboradores de agencias federales como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), instituciones académicas como el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C (CIBNOR), empresas privadas como Exportadora de Sal, S.A., organizaciones no gubernamentales como Terra Peninsular, y cooperativas pesqueras quienes brindan atención y apoyo.
Izquierda: Equipo de monitoreo invernal de aves playeras 2024 para el Proyecto de Aves Migratorias (MSP). Foto: Abril Heredia. Derecha: Equipo contando aves playeras. Foto: Salvador Gómez del Ángel.
En la península de Baja California, se recorre en vehículos una ruta de alrededor de 1,100 km de sur a norte, atravesando desiertos con extensas mesetas hasta alcanzar la costa de la vertiente del Pacífico, en donde se extienden grandes lagunas costeras con marismas, planos lodosos, barras y playas arenosas en las que se congregan a descansar y alimentarse miles de aves playeras .
Al realizar los censos se tiene la oportunidad de reconocer el dinamismo con el que las aves playeras se desenvuelven en su entorno; sus comportamientos, sus interacciones, mientras que también se puede poner atención al entorno social humano en los distintos sitios que usan las aves playeras. El uso antropogénico y el nivel de infraestructura es variable entre los sitios. Por ejemplo, en la Laguna San Ignacio, se ofrecen principalmente servicios ecoturísticos y actividades de pesca comercial. En contraste, más al norte, la Laguna Ojo Liebre es a la vez superficie para una de las mayores exportadoras de sal del mundo y reserva de aves playeras con Importancia Hemisférica. Al recorrer las instalaciones de la exportadora, uno puede constatar la gran extensión que ha implicado la transformación de los hábitats en infraestructura para la producción de sal, pero quizá más complicado resulte divisar un límite en el uso que las aves playeras hacen entre hábitats naturales y aquellos transformados por el hombre. Por ejemplo, hay planos lodosos a los que acuden miles de Playeros Occidentales (Calidris mauri) y decenas de chorlos para alimentarse durante la marea baja, pero también hay un estanque para la producción de sal que cuenta con un bordo de unos 200 metros de largo sobre el cual descansan Picopandos Canelo (Limosa fedoa), Costureros (Limnodromus sp.), Avocetas (Recurvirostra americana), Playeritos oOccidentales, Playeros Rojizos (C. canutus) y Chorlos Grises (Pluvialis squatarola), que entre todos pueden sumar hasta 5.000 individuos.
Zarapito Trinador (Numenius phaeopus). Foto: Alberto Lobato.
Los datos generados en los censos del Proyecto de Aves Migratorias en México se compilan en una base de datos que está accesible al público vía internet. Estos datos han permitido diagnosticar y evaluar factores que influyen en la abundancia y distribución de las aves playeras durante su estancia no reproductiva y se espera que estos hallazgos sirvan para tomar decisiones informadas de manejo y para continuar desarrollando prácticas y estrategias que mejoren la calidad de los hábitats de las aves playeras.
Foto de portada: Bandada de Playeros Rojizos, Costureros y Chorlos Grises en la laguna Ojo de Liebre, Baja California Sur. Foto: Alberto Lobato.