Complejo San Ignacio

El Complejo San Ignacio tiene una superficie aproximada de 110.000 hectáreas (271.000 acres) y está ubicado en la comunidad de San Ignacio, Municipio de Mulegé, en el estado de Baja California Sur. El complejo incluye las lagunas de San Ignacio, El Coyote, y La Bocana. El sitio es parte de la Reserva de la Biosfera “El Vizcaíno” (REBIVI). El Complejo San Ignacio alberga 23 especies de aves playeras, incluyendo más que el 23% de la población total del Picopando canelo (Limosa fedoa) y el 11% del Chorlo nevado (Charadrius nivosus) durante el invierno. Otras especies con poblaciones de importancia regional son el Ostreo americano del Pacífico (Haematopus palliatus frazari); el Zarapito pico largo (Numenius americanus); el Playero pihuiuí (Tringa semipalmata), y el Playero rojizo del Pacífico (Calidris canutus roselaari). Socios del Sitio WHSRN incluyen la Reserva Biósfera El Vizcaíno; la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP); la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS); y Pronatura Noroeste.

El sitio tiene los siguientes reconocimientos: Humedal Prioritario en México (USFWS 2005); Humedal Prioritario para Aves Acuáticas en México (DUMAC 2004); Humedal Prioritario para Aves Playeras en México (DUMAC 2004); Área de Importancia para la Conservación de las Aves (CIPAMEX, CONABIO, CEC, FMCN 2004); Área Prioritaria para la Conservación Marina y Costera en México (RMP 02 Vizcaíno, CONABIO 1998); Área Prioritaria para la Conservación Terrestre en México (RTP 05 El Vizcaíno-El Barril, CONABIO 2000); Sitio Ramsar, incluido en la Reserva de la Biósfera “El Vizcaíno” (REBIVI 1988); Sitio Patrimonio de la Humanidad (UNESCO 1993) y Santuario de Ballenas de “El Vizcaíno” por la UNESCO’s World Heritage.

Deficiente manejo de los desechos por asentamientos humanos irregulares en las zonas adyacentes a las lagunas: existen asentamientos humanos irregulares, básicamente campos pesqueros. Es necesario incrementar los esfuerzos para el manejo de los desechos sólidos provenientes de dichos campos, estableciendo como prioridades el manejo de los desechos sólidos, aguas residuales y relleno sanitario con la finalidad de evitar impactos que pudieran afectar directamente al sitio.

Pesca ilegal: en los últimos años, las pesquerías dentro de las lagunas han ido en aumento. Así mismo, la regulación de las pesquerías entran dentro del marco legal de la Reserva pero la pesca ilegal no ha sido controlada por completo. Se necesitan los estudios biológicos de las especies aprovechadas, ordenamiento administrativo de las pesquerías y vigilancia de las mismas a efecto de cumplir con las expectativas de manejo de este sitio.