Debido a la importancia de Chiloé para las aves playeras migratorias y dado un número creciente de amenazas a los hábitats críticos de los que dependen, en 2010 una coalición de socios locales, nacionales, e internacionales liderada por Manomet lanzó el Plan de Conservación para las Aves Playeras Migratorias de Chiloé con el apoyo de la Fundación David y Lucile Packard. Los socios incluyen el Centro de Estudios y Conservación del Patrimonio Natural (CECPAN), la Fundación Conservación Marina, la Oficina Ejecutiva de WHSRN, la Sociedad Nacional Audubon, The Nature Conservancy, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. y la Comisión Nacional del Medio Ambiente (actualmente Ministerio del Medio Ambiente).

Desde su lanzamiento en 2010, el Plan de Conservación para las Aves Playeras Migratorias de Chiloé se ha implementado en cinco fases. Combinadas, estas fases han permitido sostener la conservación de los hábitats críticos requeridos por las aves playeras, con la participación de las comunidades, sector público, privado y emprendedores locales. Se ha avanzado en la protección oficial de sitios, el desarrollo de mecanismos de buena gobernanza para la gestión de sitios clave, y cada vez más los tomadores de decisiones, los propietarios de tierras privadas y las comunidades locales  se involucran y apropian  del proceso.