Traducido al español por la Oficina Ejecutiva de WHSRN / RHRAP
El Chorlo de Magallanes es una de las especies de aves playeras más raras de América, y quizás incluso del mundo. Esta especie, que representa a su propia familia Pluvianellidae, sólo está presente en el sur de Argentina y Chile. Estudios binacionales apoyados por Manomet y la Oficina Ejecutiva de RHRAP / WHSRN y llevados a cabo por Ambiente Sur y el Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura (C.R.A.L) entre 2021 y 2023, mostraron que la población es inferior a 500 individuos.
Estos preocupantes resultados desencadenaron una reevaluación del estado de conservación de la especie a escala mundial. La evaluación del estado dirigida por BirdLife International en 2023 tuvo como resultado la reclasificación de la especie de Casi Amenazada a Vulnerable, basándose en que se trata de una especie naturalmente rara pero con una tendencia poblacional estable. La creciente preocupación por la conservación de la especie, combinada con el pequeño tamaño de su población, inspiró una propuesta por parte de los gobiernos de Argentina y Chile para cambiar la especie del Apéndice II al Apéndice I de la Convención de las Especies Migratorias (CMS). El 17 de febrero de 2024, durante la 14ª Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestre, se aprobó la inclusión del Chorlo de Magallanes en el Apéndice I.
Chorlo de Magallanes o Chorlo Ceniciento. Foto: Arne Lesterhuis
El Apéndice I de la CMS comprende las especies migratorias consideradas en peligro de extinción en la totalidad o en una parte significativa de su área de distribución. Las Partes de la CMS que son un Estado del área de distribución de una especie migratoria incluida en el Apéndice I de la CMS se esfuerzan por protegerlas estrictamente prohibiendo la captura de dichas especies, con un margen muy restringido de excepciones; conservando y, en caso necesario, restaurando sus hábitats; previniendo, eliminando o mitigando los obstáculos a su migración y controlando otros factores que puedan ponerlas en peligro.
El éxito de incrementar el estatus de conservación de la especie a nivel internacional es un gran ejemplo de colaboración interinstitucional. Manomet ha estado apoyando el trabajo de Ambiente Sur y C.R.A.L. que lideran acciones de conservación para recuperar la población de Chorlo de Magallanes en el marco del Proyecto Binacional Pluvianellus y en articulación con propietarios ganaderos en las zonas de trabajo. Las acciones de conservación planificadas para 2024-2025 incluirán una combinación de protección de nidos, investigación y divulgación, y actividades de participación durante la temporada reproductiva y post-reproductiva.
Izquierda: Chorlo de Magallanes en un nido protegido contra pisoteo. Derecha: Instalación de protección contra pisoteo en un nido. Fotos: Ambiente Sur.
La protección de los nidos se realiza mediante la combinación de cerramientos de los nidos para reducir la pérdida de nidos por el pisoteo de las ovejas y de vehículos todo terreno en las orillas de las lagunas, y el entrenamiento de “Guardianes del Chorlito”. Estos cerramientos de los nidos se basan en un diseño de una provincia de los Países Bajos (Frisia), donde se han utilizado durante muchas décadas para proteger del pisoteo del ganado los nidos de Vanellus vanellus y Limosa limosa. Un proyecto piloto en Argentina durante la temporada de reproducción 2022-2023 fue exitoso y su uso ahora se ampliará a otros sitios de reproducción con rebaños de ovejas. En los próximos años, aparte de los protectores de nidos, se entrenarán a más Guardianes del Chorlito, personal y voluntarios capacitados que revisan periódicamente los nidos e informan a las personas de la zona. Esto también ha mostrado resultados positivos en cuanto al éxito de anidación.
Las actividades se centrarán en lugares clave como Calafate, Río Gallegos, Río Grande, Punta Arenas y Porvenir. Además, Ambiente Sur y C.R.A.L. seguirán instalando dispositivos de seguimiento a individuos para desentrañar la ruta migratoria de la especie, lo que permitirá identificar zonas clave para su conservación.
Foto de Portada: Chorlo de Magallanes alimentando un polluelo. Foto: Brad Winn.