Costa Atlántica de Tierra del Fuego

Ubicación

Tierra del Fuego, Argentina

Categoría

Hemisférica

Fundamento de la designación

Sitio de invernada más importante del Cono Sur para el 42% de la población Continental de Limosa haemastica y el 13.7 % de la población de Calidris canutus rufa.

Superficie

28,600 hectáreas (70,672 acres)

Fecha de Designación

Diciembre 1992

Propietario / Administrador del Sitio

Dirección General de Áreas Protegidas y Biodiversidad del Gobierno Provincial de Tierra del Fuego

Socios del Sitio

Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de la Provincia de Tierra del Fuego
Municipio de la Ciudad de Río Grande

Descripción General

La Reserva Costa Atlántica de Tierra del Fuego está ubicada sobre una franja costera que se extiende desde Cabo Nombre, al norte de la Bahía San Sebastián, hasta la desembocadura del Río Ewan, con una longitud aproximada de 220 km. Es el sitio WHSRN más al sur, que se encuentra a unos 100 km al sur de Bahía Lomas, Chile (Sitio de Importancia Hemisférica) y a 200 km al sur del Estuario del Río Gallegos, Argentina (Sitio de Importancia Internacional).

La fue creada el 11 de diciembre de 1992 mediante el Decreto Provincial Nº 202/92 con el objetivo de proteger y preservar las aves playeras migratorias – chorlos playeros – que provienen del hemisferio norte. Se incorporó al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas (Ley Provincial N° 272) en el año 1998 a través de la Ley Provincial N° 415; así mismo se considera un Humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar. En el año 2005 la reserva fue incorporada como sitio AICA (Área Importante para la Conservación de las Aves). Actualmente, el área protegida es administrada por la Dirección de Áreas Protegidas, en la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de la Provincia de Tierra del Fuego.

The Reserva Costa Atlántica de Tierra del Fuego Es el sitio WHSRN más al sur, que se encuentra a unos 100 km al sur de Bahía Lomas, Chile y a 200 km al sur del Estuario del Río Gallegos, Argentina.

Se destacan tres áreas de importancia dentro de la reserva por la gran concentración de aves playeras migratorias: Bahía San Sebastian, Río Grande, y Viamonte. Entre las aves migratorias, hay ellas de larga distancias como la Becasa de Mar (Limosa haemastica), Playero Rojizo (Calidris canutus), Playerito Rabadilla Blanca (Calidris fuscicollis); y chorlos que crían en la Patagonia austral, como el Playero Pecho Canela (Charadrius modestus), Chorlito Ceniciento (Pluvianellus socialis) y Chorlo Doble Collar (Charadrius falklandicus).

“B95”

B95, el Playero Rojizo más famoso del mundo, fue originalmente anillado cerca de la ciudad de Río Grande, en febrero de 1995, cuando ya tenía al menos 2 años. Fue uno de los 500 Playeros Rojizos anillados en esa temporada por un equipo internacional de científicos de aves playeras. “B95” fue vista nuevamente cerca de Río Grande en diciembre de 2013, por Patricia González, una de los investigadores originales. En sus 20 años, ha volado la distancia de la Tierra a la Luna y de regreso a la mitad, lo que le ha valido el apodo de “Moonbird”. Recientemente, el Ayuntamiento de Río Grande lo nombró como su “Embajador Natural” y construirá un monumento en su honor.

Ecología

La Reserva Costa Atlántica de Tierra del Fuego se caracteriza por ser un ecosistema estuarial marino, con zonas intermareales de restingasfangosas y planicies arenosas. Sus espaciosas playas son favorables para el descanso de las aves, mientras que los cambios de mares que se producen cada 6 horas hacen una rica oferta de organismos bentónicos, principal fuente de alimentación y energía para las aves migratorias. Hay una admirable diversidad de aves – 135 especies en todo – pero destacándose las aves marinas, los chorlos, y playeros. Los acantilados que delimitan la reserva son propicios para la nidificación de distintas especies de aves, entre ellas los passeriformes, falconiformes, y bandurrias (Theristicus malanopis), entre otros.

Bahía San Sebastián está delimitada por la Península El Páramo de 18 km de longitud y contiene las inmensas planicies intermareales y marismas con sectores de restingas. Esta bahía es la más sobresaliente de la costa Atlántica insular. Aquí se concentran la mayoría de las aves que llegan del hemisferio norte, siendo la Becasa de Mar (Limosa haemastica) la más abundante con un 42 % de la población mundial (Morrison y Ross 1986). También, es un sitio importante para el Playerito Rabadilla Blanca (Calidris fusicollis), se estima una población de 50.000 individuos o más. Atrás de la costa, sobre la planicie esteparia alberga al Cauquén Cabeza Colorada (Chloephaga rubidiceps), especie en peligro de extinción, además los cuatro chorlos patagónico: el Chorlito Doble Collar (Charadrius falklandicus), Chorlo Cabezón (Oreopholus ruficollis), Chorlo Pecho Castaño (Chardrius modestus) y Chorlito Ceniciento (Pluvianellus socialis).

Esta bahía es importante también para los mamíferos marinos y terrestres, registrando 21 especies de cetáceos y 6 de pinnipedos. El agua que circunda la bahía es hábitat natural y reproductivo del delfín más pequeño del mundo, la Tonina Overa (Cephalorhynchus commersonii), Delfín Austral (Lagenorhynchus australis) y la Marsopa de Anteojos (Phocoena dioptrica). En invierno se observa la Ballena Franca Austral (Eubalaena australis), fenómeno biológico destacado. Sobre la planicie esteparia, se suelen ver manadas de Guanaco (Lama guanicoe), compuestas por grupos de 15 a 40 individuos que residen durante todo el año.

Río Grande, la costa lindante a la ciudad homónima, es el segundo lugar en importancia dentro del Área Natural Protegida. Este sector, que se extiende desde Cabo Domingo hasta Cabo Peñas, es lo más importante en Tierra del Fuego (Argentina) para la supervivencia del Playero Rojizo (Calidris canutus rufa). También alberga a las 21 especies de las familias Charadriidae y Scolopacidae. Las 17 especies de playeros provienen desde el hemisferio norte (Nearticas); las 7 llegan desde el norte de nuestro país y países vecinos (Neotropicales) para reproducirse durante la temporada estival para luego regresar al norte al finalizar el verano austral.

Viamonte, el tercer área de importancia avifaunistica dentro de la reserva, se encuentra a 50 km al sur de la Ciudad de Río Grande. Aquí confluyen diversas especies de aves residentes y migratorias, lo que convierte a este atractivo punto geográfico en un recurso turístico basado en la observación de aves.

Amenazas

Hay algunos lugares donde la presión antro-pica es notable, como son los asentamientos urbanos, explotación hidrocarburíferas y mineras, obras portuarias, rellenos sanitarios, y pescadores artesanales que lindan con la reserva.

Bahía San Sebastian es el área más vulnerable por la explotación petrolera y gasífera que se practica en el área terrestre próxima a la costa/playa. A esto, se suma un ducto de 18 pulgadas que se sumerge en la bahía, recorriendo una distancia de 4.600 metros hasta una mono boya anclada en el fondo marino. Es utilizada para la carga de petróleo crudo destinado a diversas destilerías del país. Si bien las empresas realizan estrictos controles de seguridad, esta actividad no deja de ser un potencial riesgo para la biodiversidad existente.

Entre la costa de Cabo Domingo y Cabo Peñas comprende la ciudad de Río Grande (población 80.000), el único núcleo cívico lindante a la reserva. En los últimos 25 años, la ciudad incrementó su promoción económica industrial y, en turno, su población. Sin embargo, el crecimiento acelerado no contó con un plan de manejo urbano. La costa manifiesta un elevado deterioro dado la construcción de puerto, canteras, fábrica de hormigón, basurales clandestinos, planta y ducto depurador de aguas residuales, escombros, etc.

El Municipio de la Ciudad de Río Grande trabaja en forma conjunta con la dirección de Áreas Protegidas y Biodiversidad de la Provincia para revertir la situación de degradación de la costa. Unos de los trabajos realizados sobre la costa marina es la construcción de un sendero de interpretación sobre el humedal costero marino y la importancia de las aves migratorias como indicadoras de ambientes sanos.