Mataquito-Huenchullamí

El sitio RHRAP / WHSRN Mataquito-Huenchullamí, abarca aproximadamente 846 hectáreas, localizadas en las comunas de Licantén y Curepto, provincias de Curicó y Talca respectivamente, en la Región del Maule en Chile. Se trata de un territorio comprendido entre las desembocaduras de los ríos Mataquito y Huenchullamí que integra una extensa playa de arena de alrededor de 15 kilómetros de longitud, campos de dunas y humedales permanentes y estacionales de diversos tamaños. 

Parte del área cuenta con reconocimientos internacionales como Área Clave para la Biodiversidad (KBA), sitio clave en la Estrategia de Conservación de las Aves Playeras de la Ruta del Pacífico de las Américas, y Área Importante para las Aves y la Biodiversidad (IBA) .

A la fecha, el sitio cuenta con registros de 146 especies de aves residentes y migratorias, lo que representa casi un 30% de la diversidad total de la avifauna del país. Además, se destaca como zona de desove de peces como el Lenguado (Paralichthys adspersus), el Róbalo (Eleginops maclovinus) y la Corvina (Cilus gilberti).

En el sitio han sido registradas al menos 26 especies distintas de aves playeras. Especies como el Pilpilén Común (Haematopus palliatus), Chorlo Nevado (Anarhynchus nivosus) y Queltehue Común (Vanellus chilensis) desarrollan sus ciclos de vida completos en playas, dunas y humedales presentes en Mataquito-Huenchullamí. Además, distintas aves playeras migratorias, Australes y Neárticas, como el Chorlo Chileno (Zonibyx modestus), Chorlo de Doble Collar (A. falklandicus), Zarapito Común (Numenius phaeopus) y Playero Blanco (Calidris alba), entre otras, hacen uso de estos ecosistemas en sus periodos post-reproductivos.

La designación de Mataquito-Huenchullamí como sitio de Importancia Regional de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras se fundamenta en la presencia de al menos el 1% de la población biogeográfica de Pilpilén Común (H. palliatus pitanay). Información disponible en la plataforma eBird y también recopilada a través de distintos esquemas de monitoreo, evidencia que el sitio ha llegado a albergar hasta el 1.7% de la población de la subespecie pitanay en la última década y al menos el 1.4% en la actualidad.

La comunidad humana presente en el área tiene ocupaciones diversas que van desde la prestación de servicios turísticos, como hospedajes y restaurantes, hasta actividades artesanales como la pesca y otras industriales como la forestal. Asimismo, la agricultura y la ganadería tienen importante presencia en la zona. 

Durante la temporada de verano la población aumenta considerablemente en las costas, ya que Mataquito-Huenchullamí y zonas adyacentes son polos de turismo de sol y playa, y balnearios predilectos para los habitantes de la región del Maule y otras zonas de Chile. 

Los municipios administradores de este territorio tienen gran vocación ambiental, y han impulsado distintas iniciativas para la conservación de ecosistemas costeros tales como instalación de señalética, operativos de control de perros de vida libre y la conformación de ordenanzas municipales para la conservación de humedales. En ese sentido, actualmente existe en la zona el Comité Intercomunal de Humedales que integra oficinas de gobierno, municipios, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil. 

Gracias al trabajo de voluntarios, la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC) ha logrado sostener distintos esquemas de monitoreo en el área. Anualmente se implementan al menos tres de ellos, siendo el más antiguo el Censo Neotropical de Aves Acuáticas, que es coordinado a nivel internacional por Wetlands International y por la ROC en Chile. Estos censos se realizan de manera bianual desde 2009 en el caso del río Mataquito, y desde 2011 en el río Huenchullamí, cubriendo sectores de la desembocadura, el estuario, las playas y dunas.

En febrero de 2014 la ROC implementó censos colaborativos de aves playeras entre Arica y el sur de la Isla de Chiloé, para identificar sitios importantes y estimar sus poblaciones. Los resultados fueron publicados en 2017 en el “Atlas de las Aves Playeras de Chile: Sitios Importantes para su Conservación”, en el cual se considera el río Mataquito como un sitio de importancia debido a la presencia de cinco especies importantes: Zarapito Común (N. phaeopus), Queltehue (V. chilensis), Perrito (Himantopus mexicanus), Pitotoy Chico (Tringa flavipes) y Pilpilén Común (H. palliatus).

Durante 2019, a través de esfuerzos conjuntos entre la Agrupación Defensa y Conservación Maule-Mataquito y la ROC, se realizaron monitoreos de la actividad reproductiva de Pilpilén Común y Chorlo Nevado en el sector de playa La Trinchera-Desembocadura río Huenchullamí, en el contexto de la Red para la Protección de las Aves Playeras (RPAP).

Asimismo, desde 2021 la ROC realiza censos en el marco del Proyecto de Aves Playeras Migratorias. Estos censos son acompañados por la evaluación de factores ambientales que permiten reunir conjuntos de datos para evaluar impactos en las aves playeras debido a la pérdida de hábitat, contaminación y cambio climático.

En 2014, 2019 y 2024 el área también fue parte de los Censos Costeros de Aves Playeras, que se realizan de forma simultánea en una amplia extensión geográfica, con el fin de estimar  la abundancia y las densidades de aves playeras a gran escala. 

Actualmente esta zona costera de la región del Maule no cuenta con figuras de protección oficiales, lo que confiere una mayor dificultad para afianzar y proyectar en el tiempo los esfuerzos de conservación en la zona. Entre los principales retos que tiene la conservación del área se encuentran la regulación de distintas actividades y amenazas, tales como turismo de sol y playa, presencia de perros sin supervisión, tránsito de vehículos y actividades deportivas no reguladas.

Además, las comunidades de Mataquito-Huenchullamí deben velar por el desarrollo sostenible de las actividades económicas de la zona, como la pesca, la acuicultura y el turismo.

Los cambios en los regímenes de temperaturas y precipitaciones, así como la mayor prevalencia de marejadas y otros eventos meteorológicos tienen efectos sobre el hábitat y el estado de los ecosistemas del área, y se convierten  en grandes desafíos para el éxito  reproductivo de aves playeras en la zona. 

Municipalidades y organizaciones de la sociedad civil han liderado variadas acciones de conservación. Entre ellas, avances en el control de perros de vida libre, instalación de señalética y limpieza de playas. También se han emprendido campañas de divulgación ambiental en prensa y medios locales, obras de muralismo, y otros. Desde 2022, la ROC y los municipios, implementan un programa de monitores ambientales que en cada verano recorren las playas de Mataquito-Huenchullamí, y entregan información a visitantes sobre las aves playeras, los ecosistemas costeros y la importancia que estos tienen para la biodiversidad y las comunidades humanas.