Trabajando con Productores para Encontrar Prácticas Amigables con las Aves en Camaroneras de Guatemala

Por: Varinia Sagastume, Programa de Becarios para Soluciones Costeras

Los ecosistemas a lo largo de la costa del Pacífico de Guatemala sirven de parada de descanso y alimentación para al menos 37 especies de aves playeras migratorias, y como sitio de anidación para cinco especies. Sin embargo, esta región plana que alguna vez estuvo cubierta de bosques, manglares y una gran diversidad de humedales se transformó en una mezcla entre áreas urbanas y hoteleras, vastas plantaciones agrícolas, pastos para el ganado y estanques para la producción de sal y la acuicultura.

La transformación del paisaje obligó a las aves playeras a buscar sitios alternativos para sobrevivir la migración, entre ellos las granjas de camarón. Y a su vez, para aumentar sus probabilidades de sobrevivencia, la colaboración con los productores es clave. El primer paso consistió en involucrar a los trabajadores de sus fincas y capacitarles para reconocer las especies, sus hábitos, las temporadas migratorias y su relación con las actividades productivas. La mayoría de ellos pensaba que las aves que veían eran todas iguales. Ahora reconocen sus características, saben sus nombres y se involucran en los esfuerzos para su conservación.

Colaboración intersectorial para promover prácticas amigables con las aves migratorias

Los trabajadores de la finca Mayasal, se han convertido en inesperados aliados para la conservación de las aves playeras que visitan este lugar. Después de dos años de trabajo constante, ahora ellos reconocen la importancia de sus sitios para las aves playeras y colaboran con la recolección de información. Este trabajo en equipo contribuyó a desarrollar las acciones necesarias para que las aves y la camaronicultura puedan coexistir.

La finca Mayasal presenta un sistema de producción semi-intensivo y se caracteriza por tener estanques con suelo de tierra que, posterior a la cosecha de camarón, proporcionan hábitat temporal donde las aves playeras descansan y se alimentan. Con este conocimiento, se trabajó, en una colaboración entre la empresa Acuamaya (empresa que maneja la finca Mayasal) y el Programa de Soluciones Costeras, con el objetivo de identificar una serie de buenas prácticas productivas de beneficio mutuo para aves y productores.

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Izquierda: Aves playeras en un estanque de camarón. Foto: Jorge Rodríguez. Derecha: Trabajadores de la camaronera Acuamaya durante el taller. Foto: Varinia Sagastume

A través de talleres y procesos participativos, se identificaron las principales amenazas y soluciones potenciales para la conservación de las aves playeras en la camaronera. Se desarrollaron estrategias con una visión en común para proteger los recursos naturales que sustentan tanto a las aves como a la camaronicultura. Se identificaron cuatro estrategias: 1) Creación de capacidades, sensibilización y educación, 2) Protección y restauración de los humedales costeros, 3) Mejora de la gestión del agua, 4) Desarrollo de una camaronicultura amigable con las aves. Esta última está enfocada en reducir el disturbio y mejorar la calidad y disponibilidad de hábitat para las aves que utilizan los estanques de la camaronera.

Actualmente, en Mayasal se pueden encontrar más de 130 especies de aves y es visitada por al menos 26 especies de aves playeras migratorias entre ellas: el Zarapito trinador (Numenius phaeopus), el Playero Rojizo (Calidris canutus), la Aguja Café (Limosa haemastica) y el Playero Combatiente (C. pugnax), el cual no se había reportado en Guatemala desde 1974.

A largo plazo, se espera que la implementación de las estrategias y el monitoreo de las aves en las camaroneras sirva como un indicador de sostenibilidad y de la salud de los ecosistemas costeros adyacentes a las fincas. “El bienestar de las aves tiene mucho que ver con el bienestar de la compañía. Las aves nos están indicando que acá tenemos vida, que acá tenemos sustentabilidad”, dijo Alexander “Zandy” DeBeausset, gerente de producción de Acuamaya.

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Trabajador de la granja encontrando un nido de Soldadito. Foto: Varinia Sagastume

Protectores de nidos y ciencia ciudadana

La colaboración con este sector productivo permitió detectar otro uso que algunas especies le dan a este hábitat alternativo: es un sitio de reproducción para aves acuáticas y playeras. Allí fue documentado el primer registro de anidación del Chorlito de Wilson (Charadrius wilsonia) para Guatemala y es el único sitio conocido en el país donde anida la Espátula Rosada (Platalea ajaja). Además, se pueden encontrar nidos de otras especies como: el Soldadito (Himantopus mexicanus), el Ibis Blanco (Eudocimus albus) y ocho especies de garzas.

A través del proyecto de ciencia ciudadana “Reporta tu nido”, un programa voluntario dirigido a los trabajadores de seguridad de la finca con el objetivo de buscar nidos de aves durante sus rondas de patrullaje, se logró elevar la participación de las personas en actividades de monitoreo. Esto contribuyó a mejorar la percepción con respecto a la biodiversidad del área. Participaron 11 personas que reportaron 31 nidos de aves durante sus rondas. En 2021 se reportaron 23 nidos de Soldadito en la finca Mayasal. Mientras que, en 2022, con el apoyo de los “protectores de nidos”, se lograron reportar 51 nidos de esta especie. Gracias a este programa se generó información e interés por la protección de los sitios de anidación de las aves playeras en hábitats artificiales.

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Izquierda: Trabajador de la granja registrando un nido en el mapa. Foto: Varinia Sagastume

Esperanza para la conservación de las aves playeras en Guatemala

En otras fincas camaroneras del Pacífico de Guatemala, se replicaron algunos talleres para continuar este intercambio de conocimiento que ha permitido la búsqueda de soluciones que beneficien a las aves y a los productores de camarón. “Estos talleres nos ayudaron a saber qué cosas son buenas para las aves, qué cosas son buenas para nosotros que ellas nos enseñan, y tener una mejor calidad en el trabajo para darles una mejor calidad de vida a ellas también”, dijo Edwin Portillo de la finca camaronera San José.

Todo este trabajo ha mostrado resultados esperanzadores, ya que el conocimiento acerca de las aves no solo llegó a los productores, sino también a sus familias. José Daniel, de apenas 9 años, nieto del administrador de la finca, aún no puede leer, pero ya aprendió a identificar las especies usando las fotografías de la “Guía de aves del Pacífico Guatemalteco”. Ahora visita la finca con su familia y lleno de emoción repite los nombres de las aves que observa: Soldadito, Martín Pescador Verde, Garza Nocturna de Corona Amarilla.

Acercar este conocimiento a los productores ha ayudado a hacer conciencia y a reconocer qué acciones que realizan pueden afectar a las aves y qué pueden hacer para cuidarlas. Con la acelerada disminución de las poblaciones de aves playeras, estas personas representan esperanza y un ejemplo a seguir para toda la industria camaronera y para los esfuerzos de conservación en sitios donde sus hábitats naturales se han perdido

Escuche a los productores:

Foto de portada. Zarapitos descansando en estanques de camarón. Foto: Varinia Sagastume