Por: Arne Lesterhuis y Joaquín Aldabe
A principios de septiembre de 2021, seis equipos, incluyendo personal de la Oficina Ejecutiva de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP- WHSRN, por sus siglas en inglés), se distribuyeron por los Llanos de Moxos (o sabanas de Beni) para monitorear a los Playeros Acanelados (Calidris subruficollis). Esta localidad es una extensa área de pastizales naturales y sabanas inundables que cubren 120.000 km2 en el norte de Bolivia. Los estudios recientes utilizando tecnología de rastreo GPS, coordinados por Richard Lanctot (Coordinador de Aves Playeras de Alaska), del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS, por sus siglas en inglés), revelaron que los Playeros Acanelados utilizan un estrecho corredor de migración a través de estas sabanas durante su travesía hacia el sur.
Los únicos datos confiables de aves playeras de los Llanos de Moxos procedían de la Reserva Natural Barba Azul (Barba Azul). Desde 2014, el monitoreo anual que realiza la Asociación Armonía ha indicado que un gran número de Playero Acanelado, Playero Pectoral (C. melanotos), Playero Batitú (Bartramia longicauda) y, en menor cantidad, el Chorlo Dorado Americano (Pluvialis dominica) utilizan las sabanas de Barba Azul durante su migración hacia el sur. Los conteos significativos del Playero Acanelado, que representan más del 2,5% de la población mundial de la especie, dieron como resultado la designación de Barba Azul como un Sitio de Importancia Regional de RHRAP – WHSRN, el primer sitio en Bolivia. Con base en los resultados de los estudios de rastreo y este monitoreo sobre el terreno en Barba Azul, se sospechaba que los Llanos de Moxos representaban un hábitat crítico de parada para la mayoría de la población de la especie.
Para evaluar aún más la importancia potencial de los Llanos de Moxos, la Asociación Armonía y la Oficina Ejecutiva de RHRAP-WHSRN colaboraron en un monitoreo simultáneo con múltiples equipos en el terreno. Gracias al apoyo de Manomet, Environment and Climate Change Canada (ECCC), y de la Oficina de Alaska de USFWS a través de la Iniciativa de Aves Migratorias del Ártico (AMBI por sus siglas en ingles), fue posible que seis equipos monitorearon una gran área de los Llanos de Moxos. Se desarrolló un protocolo de monitoreo basado en investigaciones realizadas en Flint Hills, un sitio RHRAP-WHSRN de Importancia Hemisférica en América del Norte y un área clave de migración del Playero Acanelado. El protocolo implementado se enfocó en realizar puntos de conteo con una distancia de 1 kilómetro (km) entre cada punto, a lo largo de carreteras de toda la zona. 15 participantes recibieron capacitación por parte de Tjalle Boorsma de Asociacion Armonía, y Joaquín Aldabe y Arne Lesterhuis de la Oficina Ejecutiva de RHRAP-WHSRN. La capacitación incluyó presentaciones teóricas y sesiones prácticas en el campo.
Práctica de campo liderada por Joaquín Aldabe. Foto: Arne Lesterhuis.
Entre el 3 y el 12 de septiembre de 2021, los seis equipos de campo cubrieron un total de 948 km de transectos de reconocimiento y se contaron un total de 673 Playeros Acanelados, que representan más del 1% de la población mundial. Prácticamente todos los Playeros Acanelados se encontraron en áreas llamadas bajíos que son zonas de hierba corta al borde del río. Éste es también el hábitat donde se encuentra la especie en Barba Azul y parece ser el hábitat clave para la especie en los Llanos de Moxos.
Además del Playero Acanelado, se observaron otras 11 especies de aves playeras migratorias, de las cuales las más comunes fueron el Playero Pectoral (452 individuos), el Playero Batitú (210 individuos), y el Playero Solitario –Tringa solitaria– (153 individuos).
Izquierda: Bajio, hábitat del Playero Acanelado en los Llanos de Moxos, Bolivia. Derecha: Tjalle Boorsma contando Playeros Acanelados en un Bajio. Fotos: Arne Lesterhuis
Después de los monitoreos, Joaquín Aldabe, Especialista en Ganadería y Conservación de Aves Playeras de la Oficina Ejecutiva, visitó Barba Azul para brindar apoyo técnico y aprender sobre su programa de manejo de pastizales que incluye la ganadería. En esta reserva, el pastoreo de ganado se está utilizando como una herramienta de conservación para proveer un hábitat adecuado para las aves playeras de pastizales y otras aves especialistas de pastizales. Junto con el responsable de manejo de la ganadería, Joaquín y Tjalle revisaron completamente el sistema de manejo e intercambiaron experiencias. Como resultado, se agregaron al protocolo de manejo algunas medidas para varios indicadores, lo que mejorará la toma de decisiones de manejo. Para apoyar estos nuevos indicadores, se realizó un taller sobre la toma de estimaciones de abundancia utilizando monitoreo a distancia, junto con técnicas para la recopilación e interpretación de datos.
Joaquín Aldabe, Especialista en Ganadería y Conservación de Aves Playeras de la Oficina Ejecutiva de RHRAP-WHSRN en los Llanos de Moxos. Foto: Tjalle Boorsma.
Es muy importante comprender cómo el Playero Acanelado utiliza los Llanos de Moxos y cómo manejar estos pastizales para el beneficio de las aves playeras, así como para los dueños de terrenos. Una amenaza sustancial para el área son las nuevas leyes de uso de la tierra que se aprobaron en 2019. Esto, junto con un plan de desarrollo agrícola para el departamento de Beni en Bolivia, está impulsando rápidamente la conversión de pastizales naturales y humedales en campos de soja y arroz, amenazando hábitat crítico para el Playero Acanelado y otras aves playeras.
Los monitoreos realizados en septiembre de 2021 ayudan a comprender mejor el uso y la selección del hábitat por parte del Playero Acanelado en este sistema de pastizales naturales, mostrando una preferencia por los bajíos de hierba corta. Los esfuerzos futuros deben centrarse específicamente en identificar y cartografiar todos estos bajíos en los Llanos de Moxos y luego estudiar la fidelidad y la rotación en estos sitios para comprender la importancia de estas áreas y garantizar la protección y manejo de este hábitat crítico.
Foto de Portada: Playeros Acanelados en los Llanos de Moxos, Bolivia. Foto: Ruben Layme.