Aves Playeras Migratorias Recibidas por Mujeres Locales en el Golfo de Santa Clara

Historia por Adriana Hernández Alvarez

Esta primavera, para celebrar el aniversario 25del Sitio WHSRN Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, además de la décima temporada de investigación y entonces recibir a los Playeros RojizosCalidris canutus roselaari) y otras aves playeras en el Golfo de Santa Clara (parte del sitio), los socios Pronatura Noroeste y la Universidad Autónoma de Baja California Sur instalaron un módulo interactivo en la playa para informar a los usuarios sobre la presencia y relación entre las aves playeras y el pez de cuyos huevecillos dependen: el Pejerrey (Leuresthes sardina). Este esfuerzo fue posible gracias al apoyo de Mitsubishi Corporation Foundation for the Americas, David and Lucile Packard Foundation y North American Wetlands Conservation Act.

La parada que hacen las aves playeras migratorias en el Golfo de Santa Clara para alimentarse y descansar, es clave en su recorrido, ya que este sitio en el noroeste de México, les brinda las condiciones que necesitan para recuperarse y poder continuar su vuelo hacia Alaska (EE. UU.) y la Isla Wrangel (Rusia).

Con la intención de lograr un acercamiento más natural y directo, en esta temporada los socios fomentaron la gestión por parte de mujeres del poblado como una herramienta clave para la conservación, pues aumenta la incidencia del mensaje de la campaña dentro de sus pares en la comunidad. Para ello, previo al inicio de la temporada las 11 promotoras(ahora conocidas como el grupo de las Pejerreinas, haciendo alusión a su interés en la conservación del Pejerrey), fueron capacitadas por los socios, en detalles de biología y ecología para que tuvieran las herramientas y seguridad necesarias para instruir de manera personal a los visitantes y así enseñarles la importancia del lugar para el Pejerrey y el valor nutricional que brindan sus huevecillos a las aves playeras que usan este sitio como parada de alimentación y descanso.

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Izquierda: Lonas y aves y peces tela dan la bienvenida a los visitantes al módulo. Foto: Carolina Rodríguez. Derecha: 4. Sori Gonzáles explica la ruta migratoria del Playero Rojizo del Pacífico a un grupo de niños en el módulo.Foto: Adriana Hernández Alvarez.

¿Qué motiva a las Pejerreinas a participar? ¿Qué han aprendido, qué funciona bien y dónde necesitan más apoyo?

“Me gusta apoyar a la naturaleza y la comunidad, es bueno estar al pendiente del poblado y me gusta aprender de otras personas” – Sori Gonzáles.

“[Todo el proyecto] me parece bien interesante porque estoy aprendiendo a conocer sobre el Playero Rojizo, Blanco [Calidris alba], el Occidental [Calidris mauri], el pihuihui [Tringa semipalmata], yo antes los veía iguales a todos; sí nos está sirviendo mucho, nos estamos educando con las aves, estamos empezando a respetarlas, a conocer su vida y difundir la función que vienen a hacer” – Teresita Félix.

“En ocasiones hay gente que se pone rebelde y grosera pero hay otras personas muy comprensivas, por ejemplo un visitante que comentó que tenía diez años viniendo al Golfo de Santa Clara de vacaciones y por fin le tocó ver el desove y estaba bien contento” – Alejandra Ramos.

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Unos visitantes jóvenes aprenden cómo identificar las aves playeras en un guía de campo (Izquierda; Foto: Carolina Rodríguez), seguido de la oportunidad de practicar dibujar un un Playero Rojizo del Pacífico en el módulo (Derecha; Foto: Adriana Hernández Alvarez).

El proyecto no solo ha ayudado a crear conciencia sino también a cambiar el comportamiento.

“Antes sí pasaban con el carro por la orilla para atropellar a los peces y espantar a las aves o hacían huecos en la arena donde se quedaban los peces muertos. Pero ahora toman una acción positiva y nada más vienen a mirarlos, toman fotos y se van”. – Ciri Aldama.

“Algunos visitantes antes de marcharse les han dicho ‘muchas gracias por todo el trabajo que están haciendo, ¡es un fenómeno maravilloso lo que acabamos de ver! [el desove del Pejerrey]’”. –Martha Eunice Reyes.

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El desove de los Pejerrey (Leuresthes sardina) en el Golfo de Santa Clara. Foto: Adriana Hernández Alvarez.

Preguntamos a las Pejerreinas sobre qué cosas han funcionado bien.

“Me gusta trabajar [con las lonas impresas] porque uno no se siente tan presionada de equivocarse porque de reojo vas viendo lo que sigue, además con los peces y aves de tela es más fácil para poder dar a entender a la gente que no conoce al Pejerrey o el Playero Rojizo y entonces puedes decir aquí están, míralos”. – Alejandra Ramos

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Visitantes a la playa aprendan sobre cómo identificar los Playeros Rojizos durante diferentes temporadas del año. Foto: Adriana Hernández Alvarez.

Finalmente, sobre qué otras áreas necesitan mayor apoyo, la Pejerreina Martha Eunice Reyes dijo que “siempre va a hacer falta mucha información, es que llega muchísima gente. Yo creo que letreros, que vengan medios de comunicación mientras se hace el trabajo de campo, que se difunda también en la radio y Facebook”.

“Yo quisiera que llegáramos a lograr que el Pejerrey resaltara, así como cada pueblito tiene algo que lo identifica, y claro que el Playero Rojizo también”, agregó Sori Gonzáles.

Las actividades se llevaron a cabo desde finales de febrero hasta principios de mayo, periodo en el que se han registrado un máximo de 9.000 Playeros Rojizos (marzo 2018). Particularmente en la Semana Santa, la playa recibe una gran afluencia de usuarios por lo que resulta crítico este tipo de iniciativas para invitar a los usuarios a disfrutar su estancia de manera responsable y a compartir la zona con las aves playeras. Las actividades de recreación humana son la fuente de perturbación más relevante en el área.

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Una bandada grande de Playeros Rojizos en el Golfo de Santa Clara. Foto: Adriana Hernández Alvarez.

Una vez montado el módulo, a las personas que se acercaron (tanto niños como adultos), primero se les dio la plática con las nueve infografías utilizando el material que fuera necesario para ejemplificar lo dicho. En los adultos, hicieron especial hincapié en la amenaza que representa el uso de vehículos en la zona de desove tanto para los peces como las aves playeras. Posteriormente, todos eran invitados a jugar con las actividades disponibles y tomarse la foto con las famosas alas de #TodosSomosAvesPlayeras. Además se programaron horarios para llevar a grupos pequeños a observar aves playeras, posterior al recorrido del módulo. Adicionalmente, durante los desoves protegieron la zona de reproducción del Pejerrey al acordonar c.a. 500 m a lo largo de la playa y de esta manera evitar el paso de vehículos o personas sobre los huevos recién depositados.

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Izquierda: Un niño posa con las alas de la campaña #TodosSomosAvesPlayeras después de nadar en el mar. Foto: Adriana Hernández Alvarez. Un miembro de las Pejerreinas marca la delimitación temporal para proteger la zona de reproducción de los Pejerrey y así evitar el paso de vehículos o personas sobre los huevos recién depositados. Foto: Deisy Arredondo.

Con la finalidad de evaluar el nivel de conocimiento de los usuarios del área sobre el evento de desove del Pejerrey y su relación con la migración del Playero Rojizo se hicieron dos encuestas, de las que resalta que:

Entre los usuarios de la playa (que no pasaron al módulo) el conocimiento acerca de “¿Qué tipo de aves ha observado en la playa?”, ha aumentado ligeramente entre 2015 y 2019 del 5 al 18% de los usuarios que mencionaron a los “playeritos”. Lo que sugiere que la difusión realizada esté dando a conocer poco a poco a las aves playeras.

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Izquierda: Un Playero Rojizo en plumaje reproductivo alimentándose de los huevos de Pejerrey. Derecha: Un Playero Rojizo en plumaje no-reproductivo con la bandera amarilla del código 455. ¡Este individuo ha sido observado en el Golfo de Santa Clara durante diez primaveras consecutivas! Fotos: Adriana Hernández Alvarez.

Por otro lado, en el cuestionario que realizaron a los visitantes posterior a que escucharan la plática del módulo, registraron que el 62% de los visitantes mencionó que no había visto directamente al Playero Rojizo pero que a partir de ahora sí podrían reconocerlo. Además de “no contaminar”, las acciones que los visitantes respondieron que deben realizar en la playa son “no pisar la zona de desove”, “respetar el tiempo y espacio de reproducción”, “disfrutar sólo observando a aves y peces” y “mantener una distancia de 15 m [entre observador y fauna]”.

Si bien el objetivo de comunicar la información sobre Pejerrey-Aves playeras a usuarios de la playa se consiguió, los socios consideran que para alcanzar la meta de la conservación de las poblaciones de interés, este tipo de esfuerzo debe ser complementado con un trabajo continuo de difusión a lo largo de todo el año, aplicado de manera diferente a los dos sectores de usuarios de la playa, comunidad local y turistas. Para otros sitios interesados en iniciar programas de divulgación, quizás la lección más importante es invertir en la capacitación de personas locales, ya que pueden convertirse en los guardianes más dedicados y los mensajeros más efectivos.

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Las Pejerreinas y el equipo de Pronatura Noroeste y UABCS enfrente del módulo, donde se invitó a los visitantes a conocer más de la playa, el Pejerrey y las aves playeras. Foto: Carolina Rodríguez.

Para ver más fotos de las Pejerreinas en acción, mira esta entrada del blog de Pronatura Noroeste, o este álbum de Facebook, donde también puedes encontrar muchas de las infografías de las lonas en el módulo.

Foto de Portada: Una bandada grande de Playeros Rojizos del Pacífico vuela sobre el Golfo de Santa Clara. Foto: Adriana Hernández Alvarez.