Las Aves Playeras de los Humedales Altoandinos: Monitoreo en el Altiplano Boliviano

Este artículo fue publicado por primera vez en el blog de Shorebird Science.

En 2019, la La Ley para la Conservación de las Aves Migratorias Neotropicales (NMBCA, por sus siglas en inglés) del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos de América financió un monitoreo exhaustivo de aves playeras en los humedales del Altiplano de Argentina, Bolivia, Chile, y Perú. El proyecto fue implementado en febrero de 2020 por la Oficina Ejecutiva de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (WHSRN, por sus siglas en inglés) en colaboración con el Grupo de Conservación de Flamencos Altoandinos (GCFA). Un especialista de conservación de WHSRN, Arne Lesterhuis, realizó un viaje por carretera desde su residencia en Asunción (Paraguay) para unirse a los monitoreos del socio de proyecto BIOTA en el Altiplano de Bolivia. Arne estuvo acompañado por Garry Donaldson de Environment and Climate Change Canadá. Aquí incluimos un breve relato de su aventura de ocho días. ¡Disfrútenlo ¡Disfrútenlo

Aunque he vivido al lado de Bolivia por más de 15 años, en realidad nunca había tenido la oportunidad de visitarle. Durante muchos años, he realizado trabajos de campo en el Chaco paraguayo, al oeste del gran río Paraguay, y me he acercado a la frontera boliviana unas cuantas veces, pero nunca más allá de ésta. Por lo que un viaje por carretera a Bolivia para implementar los monitoreos de aves playeras fue una oportunidad perfecta para conocer el país, su naturaleza, y sus aves.

Bolivia, siendo un país sin litoral como Paraguay, no sería un lugar donde irías a buscar aves playeras; pero se sorprenderá al conocer que se han documentado más de 38 especies en este país (¡casi el 40% de todas las aves playeras que ocurren regularmente en las Américas!), incluyendo 21 migratorias Neárticas y 17 especies residentes.

highandean_wilsons-phalaropes_g.donaldson

Faláropo Tricolor (Phalaropus tricolor) forrajeando en el Lago Poopó. Foto: Garry Donaldson

Se conoce que los lagos salinos en el Altiplano de Bolivia (y también en Argentina, Chile, y Perú) tienen una gran importancia para un número significativo de aves playeras Neárticas migratorias e invernantes. Estos humedales altoandinos abarcan el principal rango de invernada del Faláropo Tricolor (Phalaropus tricolor), con numerosos humedales que sostienen bandadas de ¡100.000 individuos o más! Por esa razón, el Faláropo Tricolor fue una de las especies clave de nuestro proyecto. Implementamos monitoreos simultáneos durante los primeros días de febrero del 2020 en todo su rango de invierno (en los cuatro países) para establecer una estimación actualizada de su población. La población vigente del Faláropo Tricolor es de 1.500.000 individuos, pero este número no se ha actualizado desde hace más de cuatro décadas. Varias otras aves playeras Neárticas también tienen registros altos en el Altiplano, incluyendo el Playerito de Baird (Calidris bairdii) y los Playeros Pata Amarilla Mayor y Menor (Tringa melanoleuca y T. flavipes). Además de aumentar nuestro conocimiento sobre la abundancia y distribución de las aves playeras en los altos Andes, también esperamos despertar un mayor interés para monitorear estos humedales interiores de manera regular y reclutar nuevos voluntarios para elCenso Internacional de Aves Playeras (ISS, por sus siglas en inglés).

Pero, yo ya estoy bastante familiarizado con la mayoría de estas especies Neárticas … y, para ser sincero, estaba mucho más interesado en encontrar algunas de las especialidades del Altiplano como el Chorlo Puneño (Charadrius alticola), la Avoceta Andina (Recurvirostra andina), y el Leque Leque Andino (Vanellus resplendens). También estaba entusiasmado de encontrar las especies más crípticas como las agachadizas (Gallinago sp.), las agachonas (Thinocorus sp.), y el curioso Chorlo Cordillerano (Phegornis mitchellii). La información sobre estas especies es escasa; algunas son bastante comunes, mientras que otras son mucho más difíciles de encontrar.

 

highandean_map

Nos llevaría unos dos días y un poco más de 1.700 km (1.050 millas) para llegar a nuestro destino: Oruro, Bolivia.

Mi compañero de viaje, Garry Donaldson, quien se había apuntado con entusiasmo para esta aventura, llegó a Asunción el 28 de enero de 2020. Viajaríamos en mi Nissan Frontier 2011, que ya había realizado muchos viajes de campo, así que confiaba en que estaríamo bien. Nuestro destino era Oruro, donde nos reuniríamos con Sol Aguilera y Magali López de la organización socia BIOTA. Oruro se encuentra aproximadamente a 1.700 km de Asunción y calculamos que, en teoría, nos tomaría unos dos días si todo transcurría sin problemas y sin detenerse mucho.

Salimos en la mañana del 29 y nos dirigimos directamente hacia la Reserva Privada Cañada el Carmén de Guyra Paraguay, el socio nacional de BirdLife en Paraguay. Esta reserva se encuentra a 700 km (430 millas) de Asunción, cerca de la frontera con Bolivia. Llegamos sin problemas; desafortunadamente debido a las fuertes lluvias de la noche anterior, el control remoto de la frontera Paraguay-Bolivia tuvo un apagón y nos quedamos sin poder continuar durante aproximadamente cinco horas. Aprovechamos este tiempo para disfrutar de la fauna local (perros callejeros y al Gorrión Común). Cuando finalmente pudimos cruzar y continuar nuestra aventura, ya era mediodía en nuestro segundo día … así que sería difícil llegar a Oruro ese mismo día con más de 1000 km (620 millas) por recorrer.

highandeanfirstmountains_ajl

La primera cordillera que vimos luego de cruzar la frontera entre Paraguay y Bolivia. Foto: Arne Lesterhuis

Para mi sorpresa, fue solo después de un par de kilómetros al pasar la frontera que el terreno comenzó a ascender; ¡incluso pudimos ver la primera cordillera! Pero luego, cuando estábamos cerca de la primera ciudad, Villamontes, donde podíamos conseguir combustible, nos topamos con un obstáculo hecho de una fila de rocas. Justo en el medio del camino. Nos enteramos de que fue creado por locales descontentos con el gobierno. Afortunadamente, los locales tuvieron la amabilidad (después de recibir un pago) de mostrarnos una carretera alterna al lado de la carretera principal. Cuando finalmente llegamos a Villamontes, aprendimos que no sería fácil obtener diésel para un camión extranjero, ya que había un límite de litros por estación de servicio e incluso un precio más alto para vehículos extranjeros. . Esto significó que teníamos que estar atentos y pensar creativamente para mantener el tanque lleno; y, afortunadamente, no tuvimos ningún problema relacionado con el combustible durante todo el viaje.

Después de Villamontes, el paisaje cambió por completo. Todavía a mucha distancia, y a solo 388 m s.n.m. (~ 1.300 pies), había comenzado la ascensión hacia Oruro (3.700 m / 12.700 pies s.n.m.). Condujimos por todo tipo de caminos (asfalto, casquijos, polvo) y cada curva tenía una vista aún más espectacular que la anterior. Las fotos hablan por sí mismas, y son solo unas pocas de las vistas merecedoras de una foto. Es un paisaje espectacular.

Debido al apagón en el control fronterizo, el bloqueo de carreteras y el hecho de que el camión no estaba acostumbrado a subidas empinadas (obligándonos a hacer paradas ocasionalmente para enfriar el motor, pero no nos importó ya que nos entretuvimos mirando el paisaje) , no estábamos progresando mucho, así que tuvimos que quedarnos en una ciudad llamada Tarija (1.866 m / 6.100 pies s.n.m.). El tercer día, tuvimos que hacer la mayor ascensión hasta Potosí a 4.067 m s.n.m. (13.300 pies). Se puede imaginar que tampoco fue muy rápido, así que cuando llegamos a Potosí, nos detuvimos y continuamos al día siguiente. Fue en ese día cuando comencé a sentir la elevación; ¡Solo subir las escaleras del hotel era como correr un maratón!

higandean_changinglandscapes_ajl

El paisaje cambiante: Vistas impresionantes en nuestro camino a Oruro

Aunque habíamos visto grandes aves a lo largo del camino—Aratinga Mitrada (Psittacara mitratus), Guacamayo Acollarado (Primolius auricollis), Palomita Cascabelita (Metriopelia ceciliae) y Caracara Andino (Phalcoboenus megalopterus)—el cuarto día finalmente nos trajo la primera ave playera andina; un Leque Leque Andino posado cerca de la carretera. Aunque se ve y canta bastante similar al Leque Leque de los Llanos (Vanellus chilensis), es una especie completamente diferente (¡y una nueva especie para mí!).

En Potosí, habíamos alcanzado más o menos la elevación del Altiplano, así que habíamos terminado de ascender y finalmente llegamos a Oruro a la una de la tarde de febrero 1. Todavía era temprano para comenzar a contar las aves playeras así que recogimos a Sol y Magali y fuimos a nuestra primera laguna al lado de Oruro, Lago Uru Uru. Era un buen lugar e inmediatamente comenzamos el monitoreo. Tuvimos un comienzo bastante ocupado; más de 2.000 Faláropos Tricolor alimentándose y volando entre miles de Flamencos Chilenos y Andinos (Phoenicopterus chilensisy Phoenicoparrus andinus). Fue un conteo difícil y probablemente omitimos varios individuos, pero en general, identificamos un total de 12 especies de aves playeras, incluyendo al Patas Amarillas Menor, Playero Pata Larga (Calidris himantopus), Playero Pectoral (C. melanotos), y Playerito de Baird.

Aunque lo más destacado que vimos debería haber sido los cuatro Playeritos Chico (C. minutilla) y los dos Chorlos Semipalmado (Charadrius semipalmatus), ambos siendo especies raras en Bolivia, las más que me gustaron fueron las dos Avocetas Andina. Estas aves playeras grandes, en su mayoría blancas, con alas negras, y su característico largo pico negro curvado hacia arriba, son simplemente espectaculares.

highandean_r.andinus_g.donaldson

Las espectaculares Avocetas Andina Foto: Garry Donaldson

Durante los siguientes días, recorrimos el gran Lago Poopó, una enorme laguna al sur de Oruro que, junto con el Lago Uru Uru, es uno de los ocho sitios Ramsar de Bolivia. La laguna estaba bastante seca, por lo que no habían muchas aves playeras ni flamencos, pero las vastas llanuras de vegetación corta que rodean el Lago Poopó atraen muchos Playeritos de Baird y contamos un total de aproximadamente 400 individuos— la mayor cantidad que he visto en un sitio en toda mi vida.

Una vez más, debo confesar que no fue el Playerito de Baird lo que más me llamó la atención en Lago Poopó, ¡sino mis primeros Chorlos Puneño (Ch. alticola)! Un total de nueve de estos chorlos relativamente grandes estaban dispersos en el área, fácilmente pasados por alto ya que se mezclan muy bien en su hábitat. Mientras conducíamos por un camino de tierra hasta la siguiente laguna, también vimos algunas otras especies residentes, incluyendo un Chorlito Cabezón (Oreopholus ruficollis) y la Agachona Mediana (Thinocorus orbignyianus). La agachona fue un hallazgo especialmente bueno; había visto antes a la especie similar más pequeña Agachona Chica (T. rumicivorus) en la Patagonia, pero nunca la Agachona Mediana, que es mucho más grande. Casi como un cruce entre una codorniz y una paloma, las agachonas son realmente aves playeras tan extrañas como parecen— ¡y asombrosas, por cierto!

highandean_c.alticola_g.donaldson

El Chorlo Puneño. Foto: Garry Donaldson

La elevación más alta fue en la Laguna Huayñakhota situada en el Parque Nacional Sajama a más de 4200 m s.n.m. (13.700 pies) (ver imagen de portada). Al llegar, la elevación me impactó y me hizo sentir bastante mal por un rato. Afortunadamente, en la mañana siguiente me aclimaté y estaba listo para continuar. Resultó que la noche anterior había estado muy fría, por lo que necesitábamos raspar el hielo del parabrisas de mi camioneta—una experiencia nueva para el Nissan—y me alegró de tener a Garry como mi compañero, ya que es un raspador de parabrisas con experiencia. La Laguna Huayñakhota no tenía muchas aves playeras, pero albergaba una buena colección de aves acuáticas altoandinas como la Focha Gigante y la Andina (Fulica gigantea y F. ardesiaca), los flamencos chilenos, andinos, y la Parina Chica (P. jamesi), y el Cauquén Guayata (Oressochen melanopterus), así como algunas otras grandes aves terrestres como el Ñandú Petiso (Rhea pennata).

Una de las últimas lagunas que visitamos fue la remota Laguna Saquewa, situada relativamente cerca de la frontera con Chile. Nos sorprendió la gran cantidad de flamencos y Faláropo Tricolor en este sitio. Rodeados de nubes densas y con la esperanza de permanecer secos, contamos todas las aves; afortunadamente, llovió a nuestro alrededor, pero no en la laguna donde estábamos realizando los conteos. El conteo total de Falaropos Tricolor fue de 15.216 individuos, un número suficiente para que la laguna sea declarada como un sitio WHSRN de Importancia Regional. Éste fue un gran conteo antes de comenzar a regresar hacia Oruro y luego a mi casa en Paraguay.

highandean_p.tricolorchaco_alesterhuis

Faláropo Tricolor con Playeros Pata Amarilla Mayor y Tero Real Espalda Blanca (Himantopus melanurus). Foto: Arne Lesterhuis

El viaje fue épico, mejor de lo que me podría haber imaginado; tener a Garry, Sol, y Magali conmigo fue un placer, y nos divertimos mucho. Las vistas fueron impresionantes, la vida silvestre espectacular, y las aves playeras numerosas, todas las razones para regresar y volver a realizar este viaje en el futuro. Quizás visitaré algunas lagunas que están a mayor elevación, como el Lago Titicaca. Y, para un observador de aves, siempre existe alguna especie que se escapa, una especie que se asegurará de que regreses. En mi caso fue el Chorlo Cordillerano— no lo encontramos en este viaje, pero confío en que lo conseguiré en el próximo.

Después de ocho días conduciendo, estábamos de regreso en Paraguay (a menos de 100 m / 328 pies s.n.m.) y Garry y yo visitamos algunas lagunas salinas en el Chaco Central, donde encontramos algunos Faláropos Tricolor. Una excelente manera de terminar esta gran aventura.

Actualmente, se están analizando todos los datos recopilados en los cuatro países en que se realizaron los conteos. Esto incluye datos en la gran región que incluye las tierras bajas de Argentina, donde muchos Faláropos Tricolor pasan el invierno. Con todos los datos combinados, tendremos una mejor idea de la abundancia y distribución de ésta y otras aves migratorias neárticas que usan las tierras interiores durante la temporada de no reproducción.

highandeanfieldteam_g.donaldson

El equipo de coneto en una de las lagunas. De izquierda a derecha: Garry Donaldson, Magali López, Sol Aguilar, and Arne Lesterhuis.

Foto de portada: Una laguna del Altiplano a más de 4200 m a.s.l. (13,700 ft), Parque Nacional Sajama. Foto: Arne Lesterhuis.