Por Natalia Martínez Curci y Juan G. Navedo
El archipiélago de Chiloé, en el sur de Chile, es uno de los sitios más importantes para las aves playeras en la Ruta Migratoria del Pacífico de las Américas. Alberga especies con prioridad de conservación, entre las que destacan algunas de las mayores concentraciones no reproductivas de migratorias neárticas como el Zarapito de Pico Recto (Limosa haemastica) y el Zarapito Común (Numenius phaeopus). Aproximadamente el 99% y el 30% de las poblaciones del pacífico, respectivamente, pasan el verano austral en Chiloé, y también una pequeña población remanente del amenazado Playero Ártico (Calidris canutus). Sus costas orientales, además de albergar decenas de miles de aves playeras y otras aves acuáticas todos los años, ofrecen excelentes condiciones para el desarrollo de acuicultura y turismo, las cuales son el sustento económico de muchas comunidades locales. Por lo tanto, representa un excelente escenario para desarrollar estudios sobre el efecto de la actividad antrópica sobre las aves y los ambientes de los que dependen. También para identificar oportunidades que permitan compatibilizar los requerimientos ecológicos de las aves con las necesidades socio-económicas de las comunidades locales.
En ello se centra gran parte del trabajo que desde 2014 desarrolla el Laboratorio de Ecología de Aves (BEL, por sus siglas en inglés) del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la Universidad Austral de Chile, en colaboración con la ONG local CECPAN, en numerosos humedales costeros de Chiloé, algunos de ellos pertenecientes al sitio de Importancia Hemisférica “Humedales orientales de Chiloé” de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP / WHSRN por su siglas en inglés).
Las tareas de investigación desarrolladas por el BEL involucran estudios ecológicos a largo plazo, y son principalmente llevadas a cabo por estudiantes de pre y posgrado, investigadores posdoctorales y profesionales de las ciencias naturales como biólogos/as, veterinarios/as e ingenieros/as en conservación de recursos naturales. Por ejemplo, evaluaciones de las comunidades de invertebrados bentónicos a fin de conocer el alimento disponible para las aves playeras y sus variaciones interanuales (1). También sobre poblaciones de aves playeras mediante el anillamiento científico, el marcaje de individuos, la toma de muestras biológicas y el uso de tecnología -sistemas de geolocalización y seguimiento remoto-, con el objetivo de estudiar la ecología y los movimientos de las aves a distintas escalas. Estos estudios permiten realizar evaluaciones generales de las poblaciones de aves playeras, y en particular del estado de los individuos para la migración (2), en sitios con diferente grado de desarrollo de actividades antrópicas, poniendo especial énfasis en la salmonicultura, el cultivo de algas y la propia presencia de personas en las zonas intermareales.
Izquierda: Bandada de Zarapito Pico Largo en los Humedales Orientales de Chiloé. Foto: Natalia Martínez Curci. Derecha: Monitoreo de aves playeras durante la recolección de algas. Foto: Federico Barbano.
A partir de 2019 y con el apoyo del Programa de Becarios para Soluciones Costeras del Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, se comenzó a trabajar con el objetivo de integrar conocimiento ecológico y socioeconómico que permitiera reducir el impacto del cultivo de algas sobre las aves playeras. Dentro de la industria acuícola, la acuicultura extensiva de algas ha mostrado una de las mayores tasas de crecimiento en los últimos 10 años en áreas marinas y costeras a nivel global. Dado que esta industria no utiliza fertilizantes o pesticidas, y que los sistemas de cultivo más utilizados no modifican de manera permanente el ambiente, se considera que la actividad tiene un impacto bajo en los ecosistemas en relación con otras que necesitan de alimento suplementario y utilizan -como la salmonicultura en Chiloé- cantidades enormes de antibióticos cuya huella se observa en la microbiota de las aves (3). A su vez, ya que la evidencia científica disponible sugiere que los asentamientos de algas incrementan la multifuncionalidad del ecosistema, es decir su habilidad de proveer múltiples servicios ecosistémicos, se espera que la acuicultura de algas en extensivo continúe creciendo y expandiéndose globalmente.
A pesar de lo mencionado, es importante considerar que las algas son ingenieras ecosistémicas, es decir son organismos que ejercen un control significativo sobre la disponibilidad de recursos para otra biota a través del cambio del estado físico y químico del ambiente. Por lo tanto, si los cultivos de algas son instalados en zonas intermareales previamente desnudas de vegetación, éstos producen cambios que pueden alterar de manera significativa los hábitats costeros creando ambientes intermareales más complejos. Los trabajos de investigación desarrollados por el BEL han demostrado que a escala experimental los cultivos de algas generan cambios en las comunidades de invertebrados bentónicos que influyen en la ecología de alimentación de las aves playeras (4). Por ello, se ha sugerido que el establecimiento de estos cultivos en sitios clave para las aves playeras debe planificarse garantizando una heterogeneidad ambiental a escala de paisaje que asegure la persistencia de áreas no cultivadas.
Cosecha de algas. Foto: Natalia Martínez Curci
Además de los efectos propios del cultivo, la cosecha de las algas requiere de numerosas personas trabajando en el intermareal durante la marea baja, coincidiendo espacial y temporalmente con las actividades diarias de alimentación de las aves playeras. En este sentido, los trabajos del BEL han mostrado que la densidad de aves playeras disminuye con el aumento de personas y perros en el intermareal. También que en sitios con mayor número de personas en los intermareales, las aves pierden un porcentaje de tiempo significativo de alimentación por cada período de marea baja. Por esto se ha sugerido que debe evitarse la presencia de perros de compañía en cultivos de algas. También se ha recomendado mantener el número de personas trabajando en los intermareales por debajo del umbral de densidad en la que las aves pierden tiempo diario de alimentación (5).
Utilizando como base las recomendaciones de las investigaciones ecológicas llevadas a cabo por el BEL junto con los conocimientos locales e indígenas, se construyó un equipo interdisciplinario para alcanzar acuerdos de producción de algas compatibles con la conservación de las aves playeras para implementarlos en un sitio piloto en Chiloé. Profesionales de las ciencias sociales tuvieron un rol clave en este equipo, además de contribuir a alcanzar los acuerdos deseados, facilitaron el proceso para co-construir una guía de prácticas de producción de algas compatible con la conservación de las aves playeras basada en conocimiento científico, local, e indígena. El sitio escogido para realizar esta experiencia piloto fue Bahía Caulín, donde se congregan anualmente grandes abundancias de aves playeras, especialmente Zarapitos de Pico Recto, y donde gran parte de la comunidad tiene su sustento económico en el cultivo de un alga roja localmente conocida como Pelillo (Gracilaria chilensis). Bahía Caulín ha sido recientemente declarada Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios (ECMPO), de acuerdo con la Ley Lafkenche (N° 20.249) Mediante la cual se le entrega la administración y derechos de explotación de espacios costero-marinos delimitados a comunidades indígenas que tienen a su vez la obligación de asegurar su conservación.
Izquierda: Cultivo de algas. Foto: Natalia Martínez Curci. Derecha: Monitoreo de aves playeras durante la recolección de algas. Foto: Federico Barbano.
En la mencionada guía se establecen recomendaciones para minimizar el efecto de la actividad sobre las aves playeras, para que sean implementadas tanto antes y durante la siembra, como durante la cosecha, el acopio y el secado de las algas. Algunas de estas recomendaciones, a su vez, favorecen el desarrollo de otros intereses de la comunidad, como por ejemplo el desarrollo del turismo ornitológico y el marisqueo tradicional, que están en línea con el Plan de Administración del ECMPO y ayudan al cumplimiento de sus objetivos.
Esperamos que el trabajo realizado con la comunidad del ECMPO Bahía Caulín y otros actores locales, así como los acuerdos alcanzados, sean un modelo para ser escalado a otros sitios de importancia para la conservación de las aves playeras con características similares en el sur de Chile. Nuestro caso piloto sugiere que el manejo de las áreas costeras por pueblos originarios puede favorecer la conservación de las aves playeras mediante la implementación de acciones que mejoran las condiciones del hábitat del que dependen. Por lo tanto, trabajar con estas comunidades auto-organizadas en el sur de Chile ofrece una excelente oportunidad para alcanzar una conservación efectiva de las aves playeras a escala local y, por la relevancia de Chiloé, también a escala hemisférica.
Bibliografía:
- Micael JF, Navedo JG. 2018. Macrobenthic communities at high southern latitudes: food supply for long-distance migratory shorebirds. Austral Ecology 43: 955-964.
- Gutiérrez JS, Sabat P, Castañeda LE, Contreras C, Navarrete L, Peña-Villalobos I, Navedo JG. 2019. Oxidative status and metabolic profile in a long-lived bird preparing for extreme endurance migration. Scientific Reports 9: 17616.
- Navedo JG, Araya V, Verdugo C. 2021. Upraising a silent pollution: Antibiotic resistance at coastal environments and transference to long-distance migratory shorebirds. Science of the Total Environment 777: 146004.
- Martínez-Curci NS, Fierro P, Navedo JG. 2023. Does experimental seaweed cultivation affect benthic communities and shorebirds? Applications for extensive aquaculture. Ecological Applications: e2799.
- Navedo JG, Verdugo C, Rodríguez-Jorquera IA, Abad-Gómez JM, Suazo CG, Castañeda LE, Araya V, Ruiz J, Gutiérrez JS. 2019. Assessing the effects of human activities on the foraging opportunities of migratory shorebirds in Austral high-latitude birds. Plos One 14: e0212441.
Natalia S. Martínez Curci, Investigadora Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), CONICET -UNMdP, Argentina; Senior Fellow Coastal Solutions Fellows Program | Cornell Lab of Ornithology, USA & Investigadora Asociada Bird Ecology Lab | Universidad Austral de Chile, Chile. nmartinezcurci@conicet.gov.ar
Juan G. Navedo, Bird Ecology Lab, Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas, Universidad Austral de Chile & Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (BASE). jgnavedo@uach.cl
Foto de portada: Cosecha de algas. Foto: Natalia Martínez Curci