Los lagos salados alrededor del mundo están atravesando una profunda crisis ambiental, y muchos de ellos están disminuyendo a niveles alarmantes. Una gran parte de la sociedad aún considera que estos ecosistemas no tienen valor y no merecen ser protegidos, lo que complica su conservación. El desconocimiento sobre estos ambientes lleva a la percepción errónea de que, por ser de agua salada, estos lagos son inútiles y no proporcionan los servicios tradicionalmente asociados con los lagos de agua dulce.
Sin embargo, existe una comunidad dedicada a cambiar estos conceptos equivocados. Cada dos años, la organización Amigos del Gran Lago Salado (FRIENDS of Great Salt Lake) organiza un foro específicamente dedicado a generar espacios de debate y aprendizaje para trazar estrategias exitosas para proteger este sitio. Más allá de su importancia en biodiversidad, los lagos salados brindan beneficios que influyen en la calidad de vida, la salud, la economía y la identidad de las comunidades asociadas.
Durante tres días, decenas de profesionales —investigadores, educadores, artistas, políticos y miembros de organizaciones civiles, entre otros— se reúnen para intercambiar información sobre los principales problemas que afectan al Gran Lago Salado y a otros lagos salados del mundo, y para debatir soluciones concretas para mitigar y revertir las amenazas que ponen en riesgo su conservación. El objetivo principal del Great Salt Lake Issues Forum (GSLIF) es generar un espacio de diálogo constructivo sobre el futuro del ecosistema del lago y sus recursos. Durante las charlas y paneles del programa, se explora el Gran Lago Salado desde múltiples ángulos, poniendo énfasis no solo en sus valores ecológicos y naturales, sino también en sus valores intrínsecos que contribuyen a la historia, la cultura y la identidad de los habitantes de la región.
Izquierda: Janice Gardner, Rose Smith, Pedro César Costa, Max Malmquist, y Marcela Castellino en el Great Salt Lake Issues Forum (GSLIF). Derecha: Marcela Castellino durante su discurso de apertura. Fotos: Cortesía del GSLIF
La Oficina Ejecutiva de la Red Hemisférica tuvo el privilegio de participar de la decimocuarta edición del GSLIF, que se llevó adelante en Salt Lake City los días 8, 9 y 10 de mayo de 2024. Cada año el Foro cuenta con un lema que lo define, y de alguna manera determina el hilo conductor que unirá las charlas, presentaciones y discusiones. En esta edición, el lema fue: Gran Lago Salado: Para preservar y proteger a perpetuidad, ¿cómo lo estamos haciendo?. Con la inclusión de representantes de otros sitios de la región y del hemisferio, los organizadores buscan generar espacios para compartir conocimientos importantes sobre estos ecosistemas que ayuden a la conservación del Gran Lago Salado y de otros lagos salados del hemisferio occidental.
Durante esta edición del foro, Marcela Castellino (Especialista en Conservación de Lagos Salados de la Oficina Ejecutiva RHRAP/WHSRN) participó presentando un resumen de la situación del Falaropo Común (Phalaropus tricolor) a nivel hemisférico. En la charla se destacó la importancia de esta red de lagos para los falaropos, especialmente para el Falaropo Común (la única de las tres especies del género distribuido completamente a nivel continental), poniendo énfasis en la importancia del Gran Lago Salado como eslabón clave dentro de esta red de sitios. La Laguna Mar Chiquita y el Gran Lago Salado son dos de los tres sitios que fueron hermanados dentro de la RHRAP en 1992, debido a sus similitudes ecológicas y a su importancia para la supervivencia del Falaropo Común.
Marcela compartió actualizaciones sobre los monitoreos realizados en América del Sur, y dedicó gran parte de la presentación a compartir resultados de los censos simultáneos de falaropos, llevados adelante desde 2019 en seis sitios claves de América del Norte. Es importante destacar que estos censos fueron posibles gracias al trabajo en terreno de socios de cada sitio. A nivel regional los censos fueron coordinados por Ryan Carle de Oikonos Ecosystem Knowledge. Finalmente, Marcela destacó los numerosos proyectos que están en marcha relacionados a la investigación y monitoreo del Falaropo Común. Entre ellos se destacan esfuerzos recientes para la captura y marcado de individuos con el objetivo de estudiar sus movimientos migratorios, censos periódicos que se realizan cada verano en la Laguna Mar Chiquita, censos simultáneos cada verano boreal en América del Norte y el próximo Censo Simultáneo de Falaropos en áreas no reproductivas de América del Sur, planificado para febrero 2025. Además, también se mencionaron los esfuerzos que se están realizando en materia de educación en el marco del programa educativo Experiencia Ambientalia. La charla también fue una oportunidad para comentar/recordar a los presentes sobre la existencia del Grupo Internacional de Trabajo sobre Falaropos, y sobre los últimos avances y resultados de la última reunión del grupo en febrero 2024 en Laguna Mar Chiquita, Córdoba, Argentina.
Una gran bandada de falaropos exhibiendo su típico patrón de vuelo “ondulante”.
Nuestros lagos salados nos necesitan. Necesitan de comunidades activas y comprometidas, de líderes sensibles pero estratégicos, de recursos humanos y financieros enfocados en la investigación, la generación de información y el manejo adecuado de los recursos naturales de estos ecosistemas. Espacios como el GSLIF son sumamente valiosos y necesarios, y son un ejemplo y una inspiración para otros sitios dentro de la Red. El futuro del Gran Lago Salado, y de todos los lagos salados del mundo, es ahora. Este es el momento en el que todos debemos tomar conciencia y comprometernos desde nuestros roles para asegurar la protección de nuestros lagos salados.
Foto de portada: Puesta de sol en el Gran Lago Salado. Foto: AMIGOS del Gran Lago Salado