Granjas de Camarón en México y América Central: Hábitat de Anidación para Aves Playeras

A lo largo de la costa del Pacífico, amplias zonas del paisaje como marismas y salitrales naturales, han sido sustituidas por estanques para el cultivo de camarón: en estas zonas las aves playeras se mueven en grupos de miles de individuos entre los humedales naturales y estos sistemas productivos buscando alimento y refugio durante su migración anual. En su estadía en las granjas de camarón, las aves playeras se alimentan de invertebrados ricos en proteínas como poliquetos, cangrejos y mejillones después de la cosecha, mientras que los muros y caminos brindan zonas de descanso y refugio para diversas especies.

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Izquierda: Nido de Monjita americana (Himantopus mexicanus) en la Acuícola Rebeca, México. Derecha: Polluelos de Monjita americana. Fotos: Juanita Fonseca.

La mayoría de estas especies migratorias se reproducen principalmente en América del Norte. Sin embargo, el monitoreo constante en granjas de camarón en México y América Central, muestran que estos hábitats no sólo son importantes durante la migración, sino que también brindan hábitats de anidación para diversas especies de aves, muchas de las cuales antes anidaban en las marismas y salitrales naturales. Durante la temporada reproductiva entre abril y julio es común observar a la Monjita Americana (H. mexicanus), una especie residente y de amplia distribución, anidando en los muros y caminos de los estanques de camarón. Generalmente ponen cuatro huevos y a medida que los polluelos comienzan a eclosionar, abandonan el nido y están listos para correr con sus padres por las orillas de los estanques y canales en busca de comida. Aunque estos polluelos se alimentan por su cuenta, necesitan la protección y cuidado de sus padres hasta que puedan volar y valerse por sí mismos.

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Izquierda: Polluelo de Chorlo pico grueso (Charadrius wilsonia) anillado en la Acuícola Don Jorge, México. Derecha: Polluelos de Gallito Marino (Sternula antillarum) descansando. Fotos: Juanita Fonseca.

Otras especies como el Chorlo Pico Grueso (Ch. wilsonia), el Ostrero americano (Haematopus palliatus) y el Gallito Marino (S. antillarum) también se han observado anidando en granjas de Ensenada Pabellones y Estero de Urías en México. Estas especies están bajo cierta categoría de protección en México y son especies prioritarias en los Planes de Conservación de Aves Playeras de Estados Unidos. Por ello, se han realizado diversos esfuerzos para conservar a estas especies y sus hábitats. Durante la temporada reproductiva 2021, se registraron tres familias de Ostreros y fue posible anillar algunos polluelos. Después de algunas semanas de ser alimentados y cuidados por sus padres, se convirtieron en unos lindos volantones independientes. Mientras que los polluelos de Chorlos son difíciles de observar y capturar una vez que dejan el nido, ya que son escondidos por sus padres dentro de parches de vegetación o permanecen agachados en el suelo y se pueden quedar quietos para pasar desapercibidos hasta que pase el peligro.

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Picotijera Americano (Rynchops niger) anidando en una granja de camarón en el Golfo de Fonseca. Foto: Salvadora Morales.

En granjas del Golfo de Fonseca en Nicaragua se han observado otras especies anidando, una de ellas es el Picotijera Americano (R. niger), registrando más de 30 de nidos sobre los muros de los estanques. Además, se encontró una colonia reproductiva de aves acuáticas que anidan en los parches de mangles dentro de una de estas granjas. Algunas especies observadas son Platalea ajajaEgreta thulaE. rufecensE. caeruleaE. tricolorArdea albaPhalacrocorax brasilianus. Estos hallazgos demuestran que estos sitios no sólo son importantes para las aves playeras, también lo son para diversas especies de aves durante la temporada reproductiva.

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Nido de Monjita Americana sobre el camino en la Acuícola Rebeca, México. Foto: Juanita Fonseca.

Al anidar sobre el suelo, estas especies son vulnerables a las perturbaciones propias de las actividades de las granjas, particularmente por el tránsito de vehículos para alimentar a los camarones y para realizar las actividades de vigilancia. El Gallito Marino (S. antillarum) puede ser de las más afectadas, pues anidan agrupados en pequeñas colonias sobre los caminos. Ernesto Gómez encargado de la Acuícola Rebeca en México, menciona que frecuentemente se encuentra polluelos corriendo por los caminos de la granja y aunque tratan de no molestarlos, muchas veces es difícil observarlos. Por lo tanto, el monitoreo constante nos permitirá ubicar las zonas de anidación, que ayudará a proponer acciones que los productores puedan implementar, como la colocación de carteles informativos y delimitar las zonas de anidación. Estas acciones ayudarán a proteger los nidos y polluelos de ser aplastados por los vehículos que circulan por la granja.

 

Los monitoreos durante la temporada reproductiva en esta región, que se suman a las acciones de conservación de las aves playeras en estos sistemas productivos en México y América Central, se realizan en el marco del proyecto de Implementación de prácticas de manejo amigables con las aves playeras en granjas de camarón en México, del programa Soluciones Costeras y  es apoyado por Environment and Climate Change Canada. En el Golfo de Fonseca, este trabajo es posible gracias al apoyo de David and Lucile Packard Foundation, la Ley de Conservación de Aves Migratorias (NMBCA por sus siglas en Inglés), el Programa Internacional del Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS – IP), Environment and Climate Change Canada y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS por sus siglas en inglés).

Foto de portada: Polluelos de Ostrero Americano anillados en la Acuícola Don Jorge, México. Foto: Juanita Fonseca.