Una historia que nos incumbe a todos: El poder de la traducción y cómo puede contribuir a la conservación de la biodiversidad

Una entrevista a Ana Lis Salotti, traductora al español de The Narrow Edge, el premiado libro de Deborah Cramer, bajo el título en español de Volando a orillas del mar: El viaje épico de un ave playera que une continentes.

Este libro sigue el épico viaje anual del Playero Rojizo (Calidris canutus rufa) durante su migración desde “el confín de la Tierra” en Tierra del Fuego hasta la tundra del Ártico canadiense. Esta historia nos revela cómo la vida de estas aves está ligada de modos inextricables con la nuestra y cómo una pequeña ave puede unir a la gente a lo largo de una costa de muchos miles de kilómetros. Volando a orillas del mar nos inspira al relatar los numerosos esfuerzos de mucha gente a lo largo de las Américas por proteger a esta especie de ave playera en peligro. En su reciente edición al español a cargo de la editorial Vásquez Mazzini Editores de Buenos Aires, ahora llega a toda Latinoamérica. Maina Handmaker de WHSRN habló con la traductora del libro Ana Lis Salotti, quien reflexiona sobre su nueva pasión por las aves playeras y el poder de la traducción a la hora de fomentar la participación internacional en los esfuerzos por protegerlas.

Maina Handmaker: ¿Qué sabías sobre las aves playeras antes de traducir Volando a orillas del mar?

Ana Lis Salotti:Sabía poco y nada sobre aves playeras cuando comencé a leer y traducir Volando a orillas del mar . Sin embargo, sí conocía muy bien el tema de las aves marinas, la conservación de estas y otras especies marinas, como los peces, los mamíferos marinos, el kril y las ballenas. Para cuando empecé a traducir este maravilloso libro, había trabajado como traductora independiente para la Comisión para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR), el Acuerdo sobre la Conservación de Albatros y Petreles (ACAP), la Secretaría del Tratado Antártico (STA) y el Portal de Medioambientes Antárticos. Mientras traducía para ellas, tuve que leer e investigar muchísimo sobre biología marina, pesca y conservación, sostenibilidad y recursos marinos y muchísimos temas relacionados. Esta investigación resultaba indispensable para la traducción de los documentos que debía traducir porque estas organizaciones son intergubernamentales y como tal están integradas por científicos y otros expertos y yo debía manejar conceptos casi siempre muy técnicos. Esta inmersión en estos temas marinos me dio mucha base para la investigación de lo que sería uno de los temas principales de Volando: las aves playeras, su biología y medioambiente y los esfuerzos globales por protegerlos.

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La portada original en inglés de The Narrow Edge, publicada por Yale University Press y la nueva edición en español: Volando a orillas del mar: El viaje épico de un ave playera que une continentes, publicada por Vázquez Mazzini Editores en Buenos Aires.

MH: Vives en California, ¿verdad? ¿De qué manera el trabajo en este proyecto cambió tus experiencias en la costa o la forma en que visitas la playa?

AS: Sí, ahora vivo en California, pero viví en Nueva York durante cinco años. Allí fue donde comencé a trabajar en este proyecto. Conocer más sobre los diversos e importantes temas que toca Volandodefinitivamente cambió mi visión sobre las aves playeras, en particular, y las aves en general, pero sobre todo cambió mi actitud hacia su conservación y hacia las tantas personas y organizaciones alrededor del mundo que se esfuerzan por protegerlas. A raíz del libro, me compré varias guías de observación de aves y otros libros sobre conservación, comencé a seguir a científicos y organizaciones que se dedican a conservar especies y a cada persona que encuentro a la que le interese hablar sobre Volando le cuento sobre la importancia de estas aves. Desde antes de este proyecto, siempre fui muy consciente de la huella que dejamos los seres humanos sobre el planeta e intenté aportar mi granito de arena. Sin embargo, después de haber estado tan absorta trabajando en la traducción de este libro, creo que mi dedicación como persona común y corriente para con la protección de las playas y las aves playeras ha aumentado. Cada vez que puedo, observo aves, voy a charlas sobre su conservación, leo sobre el tema y, sobre todo, intento transmitir mi pasión a toda persona interesada para que ellos también sientan lo indispensable que resulta proteger a las aves playeras y a su medio.

MH: ¿En qué aspectos se diferenció este proyecto de cualquier otro en que hayas trabajado antes?

AS: Las principales diferencias que encuentro entre este proyecto de traducción y cualquier otro que hubiera hecho antes fueron tres: 1) el hecho de trabajar con Deborah Cramer, la autora; 2) el de intentar ser fiel a su estilo de escritura; y 3) el de tener a varios revisores científicos que pusieron su impronta en la versión final. En primer lugar, haber trabajado tan estrechamente con Deborah le dio al libro una nueva dimensión. Tuvimos horas y horas de conversaciones telefónicas y largos intercambios por correo electrónicos en los que decidíamos cuestiones estilísticas, científicas, terminológicas y estratégicas. De todas ellas, la que nos llevó más tiempo y deliberación fue la cuestión de cómo llamar a las aves playeras en español en un libro que va dirigido al público en general en toda Latinoamérica, porque las aves tienen distintos nombres en los distintos países donde viven durante su migración anual. En segundo lugar, la autora tiene su propio estilo de escritura que debía plasmar. En muchas ocasiones se parece al vaivén de las olas del mar sobre la arena de una playa: desarrolla conceptos gradualmente, los construye y acumula fuerza desde dentro, con profundidad, extiende su escritura lenta, pero intensamente y con esa misma profundidad con que se inicia, se retira dejando una sensación de agitación, pero también de esperanza y sosiego. Algo parecido debe sentir el científico observador de aves sobre las inmensas playas de la Patagonia, o algo parecido sentimos las personas de a pie cuando pensamos sobre el delicado equilibrio de los hábitats de las aves playeras y sus épicas migraciones. En tercer lugar, que varios revisores científicos, entre ellos Rob Clay, director de la Oficina Ejecutiva de WHSRN, hayan leído las versiones preliminares de todos los capítulos y ofrecido sus perspectivas y sugerencias le dio a Volando el rigor científico que el libro original se merece. Pero cada uno aportó revisiones distintas, desde su lugar y especialidad científica diferente. Mi desafío aquí consistió en armonizarlas y aplicarlas, sin perder de vista al lector, al estilo de la autora y al sentido uniforme de la historia.

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Deborah Cramer (izquierda) y Ana Lis Salotti (derecha) cuando se conocieron por primera vez en 2017, después de una charla que Deborah dio sobre The Narrow Edge en el área de recreación nacional Gateway en Long Island, Nueva York. Foto cortesía de Ana Lis Salotti.

MH: ¿Qué rol crees que cumple la traducción en la conservación de la biodiversidad?

AS: Creo que la traducción cumple un rol muy importante. Cualquier esfuerzo de conservación de la biodiversidad es más efectivo si incluye a todos los países y todas las personas involucrados. No todos podemos leer en más de un idioma. Y más importante, no todos nos vamos a sentir llamados a cambiar nuestros hábitos para preservar una especie o proteger un hábitat a menos que nos hablen en nuestro propio idioma. Traducir en este sentido, y traducir bien, se vuelve imprescindible. Ya no a un nivel de transmitir el mismo mensaje, sino más bien en transmitir el mismo sentir, la misma pasión por la misión de proteger al planeta.

MH: La misión de WHSRN es conservar las aves playeras y sus hábitats en las Américas a través de la acción en una red de sitios clave. ¿Qué te enseñó haber traducido Volando a orillas del Mar que crees que podría aplicarse al trabajo de WHSRN?

AS: Gran parte de traducir esta obra consistió en conocer de primera mano los personajes de esta historia y sus esfuerzos de conservación a lo largo de la ruta migratoria. Eso me hizo dar cuenta del valor de narrar historias si se quiere cambiar la actitud de las personas hacia el cuidado de las especies y sus hábitats. Creo que WHSRN puede aprovechar el poder de cambio que tienen las historias descritas magistralmente –como lo hace Cramer en su libro—para convencer a la gente del papel importante que desempeñan las aves playeras para el bienestar del planeta y nuestro propio bienestar. Mientras traducía Volando, en un momento se me vino a la mente una frase que se le atribuye a Nelson Mandela y que dice: “Si le hablas a una persona en un idioma que entiende, lo que digas le entrará en la cabeza. Si le hablas en su propio idioma, le entrará en el corazón”. Creo que WHSRN debe seguir brindando información –y sobre todo historias y narraciones visuales—en los idiomas nativos en los que trabaja siempre que sea posible y hacerlo desde el corazón. La traducción, bien entendida y bien practicada, es fundamental en esta tarea.

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Ana Lis Salotti presenta sobre el proceso de traducción de Volando a orillas del mar en la reunión general de diciembre de 2018 de la Asociación de Traductores del Norte de California. Fotos cortesía de Ana Lis Salotti.

MH: De todos los lugares en que el Playero Rojizo se detiene en Volandoa orillas del mar, ¿cuál te gustaría visitar y por qué?

AS: Me encantaría visitar la bahía de Delaware y ver la cantidad de aves playeras que se aglutinan para comer huevos de cangrejos herradura. También me gustaría volver a San Antonio Oeste, Argentina. Estuve en Las Grutas, un pueblo costero cercano, hace más de diez años. En ese momento, no conocía demasiado sobre aves marinas ni playeras, pero me sentí cautivada por la naturaleza que la rodea. Me gustaría volver para ver cómo haber traducir Volando me puede haber cambiado mi actitud y opinión sobre el lugar. ¡Para mejor, estoy segura!

MH: ¿Quiénes te gustaría que lean Volando a orillas del mar?

AS: Ante todo, espero que muchos tengan el gusto de leer Volando, pero sobre todo que sean aquellos que sin tener un mayor interés en las aves playeras lo lean y se sientan llamados a cuidar de estas especies desde sus propios lugares. Que sean también adolescentes y jóvenes los que lo lean para que sean ellos la nueva generación de defensores de las aves playeras y lleven todo lo que transmite y enseña Volandoa sus casas y se lo comuniquen a familiares y amigos. ¡Ojalá después de leerlo algunos se conviertan en observadores!

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Un Playero Rojizo busca una comida de huevos de cangrejo herradura en la costa de Carolina del Sur, uno de los sitios destacados en Volandoa orillas del mar como una parada crucial para la migración de los Playeros Rojizos. Foto: Maina Handmaker.

MH: ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a los lectores de la edición al español del libro?

AS: Que lean y se permitan emocionar con esta historia, que tomen un aspecto del libro que haya resonado en sus corazones y salgan a transmitir ese sentir a otros que quizá no sepan nada sobre aves, ni playeras ni conservación, pero que disfruten de las playas y del océano. Esta historia nos incumbe a todos.

MH: ¿Hay algo más que te gustaría compartir?

AS: Muchas gracias por todo el trabajo que hacen y por darme este espacio para contribuir mi granito de arena desde mi sitio como traductora al español de Volando a orillas del mar de Deborah Cramer.

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En los Estados Unidos: Buteo Books en Arlington, Virginia está distribuyendo Volandoen los Estados Unidos. Escriba a customerservice@buteobooks.com o llame al 800-722-2460 para preguntar sobre la compra de una copia.

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Foto de portada: Una bandada de Playeros Rojizos en su distintivo plumaje de cría de color marrón óxido. Foto: Maina Handmaker.