Investigación Falaropos desde el lago Mono hasta la Laguna Mar Chiquita
Por: Ryan Carle, Oikonos
Si tienes suerte, te has parado en las orillas de un lago salado mientras miles de pequeñas aves playeras nadadoras conocidas como falaropos vuelan, rotando, y haciendo giros rápidos al unísono. Tal vez hayas escuchado el “silbido” de sus alas mientras cientos sobrevuelan tu kayak. Si es así, sabrás que estos diminutos encantadores encarnan el espíritu único de los lagos salados y pueden capturar tu corazón.
Si aún no has conocido a estas pequeñas aves playeras, –son frágiles y fuertes, elegantes y graciosas, oceánicas y desérticas, y totalmente inspiradoras. Los falaropos se reproducen en las latitudes del norte, se detienen en lagos salados en el oeste de los Estados Unidos para descansar y reabastecerse de alimento para su migración, y continúan a los lagos salados en los Andes (Falaropo Tricolor Phalaropus tricolor) y al Océano Pacífico en las costas de América del Sur (Falaropo Picofino Phalaropus lobatus). En sus sitios de parada en los lagos salados en los Estados Unidos, como el lago Mono (Mono Lake) en California, o Gran Lago Salado (Great Salt Lake) en Utah, el Falaropo Tricolor se atiborra de moscas de la sal y duplica su peso corporal, pasando desde el peso de una batería AA hasta el de dos baterías AA, antes de realizar un vuelo sin escalas de 8.000 kilómetros a América del Sur por más.
Izquierda: Una bandada de Falaropo Tricolor (Phalaropus tricolor) en el lago Mono. Foto: Samuel Rapp. Derecha: Kyriana Tarr, ecóloga de Oikonos, monitorea falaropos en el lago Mono con Marcela Castellino, Especialista en Rutas Migratorias de WHSRN, quien estuvo de visita desde Argentina. Foto: Ryan Carle.
Cuando se les ha dado la oportunidad, los falaropos han ganado muchos corazones, pero aún reciben relativamente poca atención de conservación. Las aves playeras están mostrando disminuciones dramáticas en todo el mundo, y se ha priorizado a otras especies con necesidades urgentes de conservación. Sin embargo, los datos que tenemos sugieren que los falaropos también están disminuyendo. Dado que los falaropos se concentran en lagos salados durante la migración, los datos de lagos como el lago Mono pueden ayudarnos a comprender mejor el estado de los falaropos. De 2019 a 2022, Oikonos y sus socios han monitoreado falaropos cada dos semanas durante el verano boreal en el lago Mono, estos son los primeros monitoreos con tanta consistencia en décadas. Los censos se realizaron contando aves desde una serie de estaciones en botes y desde las costas. Los monitoreos han proporcionado información valiosa sobre las poblaciones anuales del falaropo, cómo usan el lago Mono, las respuestas a los niveles fluctuantes del lago, y cuándo lo visitan.
Sin embargo, los falaropos pueden elegir a dónde ir–pueden visitar a otros dos sitios importantes de parada en el oeste de los Estados Unidos como el Gran Lago Salado en Utah o el lago Abert (Lake Abert) en Oregón. Para capturar la historia completa, coordinamos nuestros monitoreos con otros cinco sitios principales de parada de falaropos, el Gran Lago Salado; el lago Abert; el lago Owens (Owens Lake) en California; la Bahía de San Francisco en California; y el lago Chaplin en Saskatchewan, Canadá. A esta escala, podemos comenzar a ver cómo los falaropos están reaccionando a cambios rápidos en el hábitat—por ejemplo, un aumento de 35.000 individuos de Falaropo Tricolor en el lago Mono en 2021 coincidió con una grave sequía en el lago Abert. El número total máximo anual de Falaropo Tricolor osciló entre 200.000 y 300.000 aves en seis sitios durante 2020-2022. Esto se compara con alrededor de 500.000 aves registradas en un esfuerzo similar en los mismos sitios en 1986. Eso podría indicar una disminución de 200.000-300.000 aves desde 1986, pero se debe ser cuidadoso con esa comparación dado que los métodos difieren entre los monitoreos más antiguos y los monitoreos recientes. Los niveles de los lagos han cambiado mucho, lo que puede haber llevado a los falaropos a buscar hábitat en otros lugares. Será necesario un monitoreo continuo para comprender las posibles disminuciones.
Ryan Carle, Marcela Castellino, y Kyriana Tarr monitorean el lago Mono durante el verano de 2022. Foto: Ryan Carle.
Hay motivos para preocuparse por el futuro de los falaropos. Su destino está entrelazado con los lagos salados que en todo el mundo están amenazados por el desvío de agua y el cambio climático. El lago Mono se encuentra en una situación precaria ya que el clima en la Sierra Nevada se seca, pero tiene protecciones legales y derechos de agua garantizados. Otros lagos no tienen tanta suerte: a medida que las desviaciones de agua y las sequías aumentan, el Gran Lago Salado se ha reducido a su nivel más bajo en la historia y está a punto de volverse más salado de lo que sus invertebrados pueden tolerar. El 95% del Falaropo Tricolor que contamos está en el Gran Lago Salado—el destino de ese lago y el del Falaropo Tricolor están estrechamente relacionados. El lago Abert, que alguna vez fue un gran lago salado en el sureste de Oregón, se secó en 2021, dejando de agua de manantial local en el lecho del lago.
La gente está trabajando duro para asegurar el agua para el lago Abert y el Gran Lago Salado [ver el programa Lagos Salados (del inglés Saline Lakes de Audubon), pero es un proceso político complicado que implica una maraña de derechos de agua. Estamos trabajando para contar la historia de los falaropos como símbolo de todo lo que perderíamos si perdemos los lagos salados. Una pieza esperanzadora de la historia del falaropo es que el sitio de falaropo más grande de América del Sur, Laguna Mar Chiquita en Argentina, fue protegido este año como el Parque Nacional Ansenuza y Reserva Nacional. La mitad de la población mundial del Falaropo Tricolor se puede encontrar al mismo tiempo en este sitio.
Dado que muchos de los sitios importantes para el falaropo son también sitios de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP / WHSRN), Oikonos está trabajando con la Oficina Ejecutiva de WHSRN y otros socios para desarrollar una red de personas que trabajen para conservar los falaropos y los lagos salados en todo el hemisferio occidental. Se han formado fuertes conexiones entre las comunidades del lago Mono y Laguna Mar Chiquita, llevando el viaje del falaropo a estudiantes, líderes, y a otros miembros de la comunidad. A medida que ese vínculo se fortalezca, esperamos conectarnos con sitios adicionales.
Falaropo Tricolor volando entre las icónicas torres de toba calcárea en el lago Mono. Foto: David Carle.
Mientras trabajamos para comprender las tendencias, es importante recordar el panorama general: el hábitat de los lagos salados está en peligro, por lo tanto, los falaropos probablemente también lo estén. El próximo verano, planeamos continuar los monitoreos en estos seis lagos, mientras comenzamos a rastrear los movimientos de las aves con transmisores de radio Motus. Si tiene la oportunidad, pase un momento tranquilo apreciando un lago salado, mientras estos existan. Con su acción y la nuestra continuarán existiendo.
Puede obtener más información sobre nuestro trabajo en Oikonos.org.
Foto de portada: Falaropo Tricolor y Falaropo Picofino (Phalaropus lobatus) en el lago Mono. Foto: Ryan Carle.