Por: Medardo Cruz-López, Red de Monitoreo del Chorlito Nevado en México (CHORLNEV).
En 2006 conocí por primera vez al Chorlito Nevado (Charadrius nivosus) una de las especies de aves playeras con mayores retos de conservación en América. Mi primer encuentro con esta carismática ave no fue del todo bueno. Un grupo de estudiantes de biología, visitábamos Playa Ceuta (Sinaloa, México) para trabajar en nuestros proyectos. En la noche, un estudiante de doctorado proveniente del Reino Unido, se acercó a nosotros para informarnos que se encontraba trabajando con el “Chorlito Nevado y sus pollitos” en la Salina de Ceuta y que algunos de nosotros habíamos entrado a la zona de anidación sin darnos cuenta y por poco aplastamos algunos nidos. Quedé tan asombrado con esta especie y el trabajo que se estaba realizando que un año más tarde, me integré al proyecto del Chorlito Nevado en Playa Ceuta. Empecé a conocer más detalladamente a la especie y a entender porque biólogos e investigadores del otro lado del mundo venían a estudiarla.
Vista panorámica de la Playa Ceuta. Foto: M. Cruz-López.
El Chorlito Nevado no sólo se enfrenta a muchos retos para su conservación. Esta especie tiene conductas muy peculiares; ambos padres incuban los huevos alrededor de 25 días, con las hembras cuidando en el día y los machos en la noche. Al eclosionar los pollitos, las hembras suelen abandonarlos para buscar una nueva pareja y formar un nuevo nido. Entre tanto, el macho cuida a sus pollitos hasta que son independientes (unos 25 días). Mientras aprendíamos de estos comportamientos, notamos que la población de Ceuta estaba cambiando, observamos una disminución alarmante de su abundancia. Investigadores en otros sitios en México iniciaron monitoreos de otras poblaciones de la especie, evidenciando que la mayoría de las poblaciones estaban disminuyendo. Gracias a ese esfuerzo en 2010 se incluyó al Chorlito Nevado como una especie amenazada bajo la legislación mexicana.
Macho incubando sus huevos. Foto: L. Eberhart-Hertel.
Con un mayor número de colegas interesados en conocer la tendencia de algunas de las poblaciones del Chorlito Nevado en el país, se convocó a todos para formar una red de monitoreo del Chorlito Nevado en México (“CHORLNEV”). Gracias al apoyo del programa Dollars for Conservations de Tracy Aviary en 2013, se inició el programa de monitoreo del Chorlito Nevado en cuatro de las poblaciones más importantes: Complejo Lagunar San Quintín en Baja California, Playa Ceuta en Sinaloa, Marismas Nacionales en Nayarit y Lago Texcoco en el Estado de México, todos sitios RHRAP (WHSRN por su sigla en inglés). Con el paso de los años, nuevos sitios se han unido a este esfuerzo de monitoreo. Sin embargo, también perdimos poblaciones como la de Texcoco, a causa de las obras del aeropuerto que se pretendía construir en el sitio. La destrucción de hábitats, perturbación por el humano y sus actividades en playas donde anidan, cambios en la hidrología de humedales costeros y lagunas continentales provocados por cambios en el paisaje (granjas acuícolas, disminución de caudales hacia lagunas continentales y agricultura) son algunos de los problemas que la especie enfrenta en México.
Izquierda: Taller de capacitación y estandarización de métodos de monitoreo del Chorlito Nevado y colocación de receptores-GPS. Derecha: Uno de nuestros colaboradores colocando receptores GPS en adultos reproductores en Laguna de Atotonilco en Jalisco. Fotos: M. Cruz-López.
Esta red de colaboración nos ha permitido desarrollar diferentes proyectos en conjunto. Actualmente, en Bahía de Todos Santos y Playa Ceuta, se desarrollan dos proyectos que son parte del Programa de Becarios para Soluciones Costeras del Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell. Los dos proyectos buscan proteger y mejorar el hábitat de reproducción e invernada de los Chorlitos Nevados, ayudando así a mejorar también el hábitat para decenas de otras especies de aves que hacen uso de estos sitios durante diferentes épocas del año.
Así mismo, gracias a la colaboración y continuo apoyo de aquel estudiante de doctorado, el Dr. Clemens Küpper y el Dr. Luke Eberhart-Hertel (miembros del Max-Planck Institute for Ornithology), trabajamos en un proyecto para conocer el movimiento entre poblaciones del Chorlito Nevado y uso de hábitat durante la temporada reproductiva, mediante la colocación de receptores GPS en individuos adultos, en cinco de las siete poblaciones de la red CHORLNEV (Complejo lagunar San Quintín, Bahía de Todos Santos, Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, Playa Ceuta, Atotonilco en Jalisco, Laguna del Carmen Puebla, San Crisanto en Yucatán).
Izquierda: Cercos para proteger nidos de Chorlito Nevado en Bahía Todos Santos. Foto: J. Vargas. Derecha: Letrero informativo y cerco (en colaboración con Pronatura Noroeste) para controlar acceso en la Antigua Salina de Playa Ceuta. Foto: M. Cruz-López.
CHORLNEV ha crecido en los últimos años y existen un par de sitios potenciales que podrían incluirse próximamente. Esperamos que siga creciendo y fortaleciéndose porque nos ha permitido unir esfuerzos y trabajar conjuntamente para el bien común de una de las especies de aves playeras más interesantes que habitan nuestras playas, humedales costeros y lagunas continentales en México.
Para más información, visita la página del Chorlito Nevado (Ceuta Snowy Plover Project y www.chorlito.org) o comuníquese con Medardo Cruz-López (mc2657@cornell.edu), coordinador de la red de monitoreo del Chorlito Nevado en México (CHORLNEV).
Foto de Portada: Macho de Chorlito Nevado en su nido con cría recién eclosionada (nótese la antena del receptor-GPS). Foto: L. Eberhart-Hertel.