Construyendo Coaliciones para la Conservación de las Aves Playeras: Acciones Locales para la Protección Hemisférica.

Este artículo fue publicado por primera vez en la revista Manomet de verano 2020

Desde la tundra ártica hasta los humedales andinos a 4.000 msnm., desde las praderas patagónicas azotadas por el viento hasta las marismas de Cape Cod, las aves playeras están adaptadas a las condiciones más extremas de la naturaleza. Altitudes elevadas, altas temperaturas, alta salinidad, vientos fuertes, lodo profundo, costas rocosas, condiciones de congelación, las aves playeras pueden adaptarse a todo. . El Zarapito Trinador (Numenius phaeopus) es uno de los ejemplos de las aves playeras que demuestran una tolerancia espectacular a las condiciones extremas. Una población de estas grandes aves playeras pardas vive de septiembre a abril en la zona tropical de los bosques de manglares en la costa de Brasil. Pero a finales de mayo después de su migración anual hacia el norte, las mismas aves se alimentan de arándanos congelados que sacan de la nieve en el piedemonte de las tierras bajas de la bahía de Hudson en el este de Canadá.

A pesar de esta capacidad de adaptarse a tales condiciones físicas extremas, las aves playeras no han logrado acomodarse a los cambios en sus hábitats inducidos por el ser humano a lo largo de sus viajes migratorios. A nivel mundial, seis especies de aves playeras se han extinguido desde el año 1500, con otras ocho en peligro de extinción.. Entre las que están en peligro de extinción se encuentra el pariente cercano del Zarapito Trinador, el Zarapito Esquimal (Numenius borealis), el cual fue una de las aves playeras más abundantes en las Américas, pero ahora es casi seguro que esta increíble y hermosa ave ya no existe. Hoy, las aves playeras están experimentando uno de los descensos poblacionales más dramáticos de cualquier grupo de aves en todo el mundo. Un análisis reciente sobre las disminuciones en la avifauna de América del Norte que incluyó “tres mil millones de aves” documenta la reducción de más de un tercio de las poblaciones de aves playeras desde el 1970.

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Izquierda: Bandada de Calidris subruficollis Derecha: Individuo de Calidris canutus Fotos: Brad Winn

Para abordar estos descensos precipitados de manera estratégica y conveniente, Manomet ha lanzado Coaliciones para la Conservación de las Aves Playeras, con la intención de estabilizar y reconstruir las poblaciones de aves playeras y sus hábitats vitales, sitio por sitio, a lo largo de las Américas. Esto no es una hazaña accidental, y antes de comenzar a trabajar en esta ambiciosa meta, tuvimos que reconocer varios desafíos a superar para hacer de éste, un esfuerzo exitoso.

El primer desafío es que las aves playeras son uno de los animales con las migraciones más largas del planeta y necesitarían acciones de manejo coordinadas con muchos socios, distribuidos a lo largo de una enorme geografía, todos trabajando para lograr los mismos resultados. Además, las aves playeras dependen de redes de sitios críticos para sus paradas en la migración y de invernada, por lo que cambios en cualquiera de estos sitios puede amenazar a toda la población; entonces, conocer los sitios más importantes es crítico. El tercero, y quizás el desafío más desalentador, es que los hábitats costeros, los humedales de agua dulce, y los pastizales favorecidos por las aves playeras se encuentran entre los hábitats que están desapareciendo más rápido en el mundo, y se requerirán formas innovadoras para preservar las áreas vírgenes restantes y restaurar las áreas degradadas. Y como si la pérdida de hábitat no fuera poco, en comparación con otros grupos de aves, el público subestima a las aves playeras como “todas las aves grises, imposibles de identificar”, incluso ocurre entre los observadores de aves y los biólogos conservacionistas.

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Visita al campo en el sitio RHRAP/WHSRN Desembocadura y Estuario del Río Maipo. Foto: Maina Handmaker

Sin embargo, las aves playeras se encuentran entre algunos de los grupos de aves más impresionantes. Pocos no se impresionarían si vieran de muy cerca una bandada de aves playeras en vuelo mientras se arremolinan y ondulan en el aire para evitar ser atrapadas por un halcón. Encabezando la lista como el ave con el vuelo sin escalas más impresionante e inspirador, es la migración de la Becasa Colipinta (Limosa lapponica) desde sus lugares de reproducción en Alaska, volando no menos de 7.000 millas (11265 Km) a áreas de invernada en Nueva Zelanda— un vuelo continuo de nueve días sin paradas a todo lo largo del océano Pacífico.

“La migración de las aves playeras provee un sentido de conexión”, dice Brad Winn, director de Manejo de Hábitat para las Aves Playeras en Manomet. “Conocer que los Playeros Rojizos (Calidris canutus), que anidan en las crestas rocosas de la península de Seward en Alaska son los mismos individuos que se ven a lo largo de la costa del Pacífico de México nos ayuda a recordar que todos compartimos estas increíbles aves; también compartimos la responsabilidad de proporcionarles lo que necesitan durante sus viajes extraordinarios.”

Manomet tiene una larga historia de estar a la vanguardia de los esfuerzos de conservación para las aves playeras en las Américas. El hallazgo del científico emérito Brian Harrington de que muchas especies de aves playeras se congregan en solo unos pocos sitios llevó al lanzamiento delCenso Internacional de Aves Playeras (ISS, por sus siglas en inglés) en 1974 ]. Los primeros resultados de los censos del ISS ayudaron a informar el desarrollo de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP / WHSRN, por sus siglas en inglés) durante su lanzamiento oficial en 1985. Manomet ha alojado a la Oficina Ejecutiva de WHSRN durante casi toda su existencia, liderando numerosos talleres para capacitar a generaciones sucesivas de conservacionistas de aves playeras a lo largo de las Américas, además de ayudar a promover la conservación e informar el manejo de muchos sitios.

 

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Izquierda: Laguna de Rocha sitio WHSRN en Uruguay. Foto: Joaquín Aldabe. Derecha: Salida de campo en Río Maipo, Chile.Foto: Maina Handmaker.

Conocer a dónde van las aves playeras, conocer lo que necesitan cuando llegan allí, y comprender las amenazas para esas aves y cómo abordarlas para salvaguardar una población son consideraciones importantes. Para las especies que dependen de sitios específicos, los esfuerzos de conservación exitosos dependen de salvaguardar la integridad biológica de los hábitats que necesitan y ayudar a aumentar la capacidad de las organizaciones locales para ejecutar un manejo y protección efectiva. Pero, dada la escala de las amenazas a las poblaciones de las aves playeras, ¿podemos diseñar acciones específicas para el sitio con el potencial de ampliarlas para restaurar las poblaciones de aves playeras en todo el hemisferio? El Programa de Recuperación de Aves Playeras de Manomet está trabajando para responder a esta pregunta con el apoyo de The BAND Foundation y Bobolink Foundation, así como la R. Howard Dobbs Jr. Foundation, David and Lucile Packard Foundation, y el Programa de Socios para la Conservación de la National Fish and Wildlife Foundation (Fundación Nacional de Pesca y Vida Silvestre) en asociación con el Servicio de Conservación de Recursos Naturales del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Como primer paso, 13 de los sitios más importantes para las aves playeras en América del Norte, Central y del Sur, han sido seleccionados para poner a prueba un enfoque de conservación de sitios específicos. En cada lugar importante, estamos mejorando la calidad y cantidad de hábitats críticos para las aves playeras.

Al trabajar con socios locales en estos sitios, nuestro equipo se enfoca en:

1) Desarrollar la capacidad en las organizaciones locales para apoyar las acciones de conservación y protección más efectiva.

2) Apoyar la identificación, la priorización, y el abordaje de las mayores amenazas locales.

3) evaluar el valor de los servicios ecosistémicos para identificar oportunidades de beneficios para el bienestar humano.

4) trabajar con nuestros socios para medir la respuesta de las poblaciones de aves playeras luego de acciones de manejo, como por ejemplo cambiar las prácticas de pastoreo de ganado.

Para implementar este trabajo, con los socios, estamos involucrando a las comunidades y líderes locales para generar apoyo para la conservación, creando oportunidades específicas para abogar por una mayor protección y tomar medidas conservación. Al trabajar y aprender de nuestros socios del sitio, juntos abordaremos las necesidades específicas de las aves playeras en cada uno de sus lugares más críticos.

La clave del éxito de estos esfuerzos es construir una cultura a largo plazo de apreciación y ética de la conservación, con apoyo público para cambios tanto en la política como en la práctica. . “Enfocarse en mejorar la capacidad de los socios locales es la receta mágica de cómo funciona todo esto”, dice Stephen Brown, vicepresidente de Conservación de Aves Playeras de Manomet. “Sin embargo, necesitamos ampliar en cada sitio las coaliciones con organizaciones que trabajen en todos los sectores. Esto ayudará a integrar las necesidades de conservación de las aves playeras con otros intereses para el sitio, como el desarrollo económico y la recreación.”

Para ayudar a facilitar este esfuerzo, Manomet también está trabajando con los donantes y socios existentes para formar coaliciones de colaboradores y desarrollar mecanismos de financiación innovadores y así garantizar la sostenibilidad de los impactos de la conservación a lo largo del tiempo. Además, los esfuerzos dirigidos al sitio se ampliarán a nivel nacional e internacional a través de una estrecha colaboración con otras iniciativas y grupos de conservación, para ayudar a mejorar la capacidad de lograr objetivos de conservación comunes.

Mapa de Sitios Focales

Sin embargo, uno de los desafíos restantes es descubrir cómo trabajar de manera efectiva en todos los sitios que son clave para la conservación de las aves playeras en las Américas. En palabras de Enrique Bucher (consejero emérito de WHSRN), los sitios necesitan “hacer más conexiones y fortalecer el tejido … para ayudarse e interactuar más entre sí.” “. Manomet ha elegido los primeros 13 sitios que combinan una mezcla de especies de aves playeras compartidas con temas comunes (amenazas y/o enfoques para abordarlos). Esto maximiza el potencial para actuar como ejemplos y catalizadores para la acción dentro del contexto de las tres iniciativas a escala de rutas migratorias (Atlántico, mid-continental y Pacífico). Por ejemplo, estamos tomando medidas en conjunto en sitios para:

  1. Salvaguardar la migración y el hábitat de invierno para la población del Playero Rojizorufa (Calidris canutus);
  2. Minimizar las perturbaciones en los sitios clave de descanso, alimentación, y reproducción;
  3. Integrar la conservación de las aves playeras con las tierras productivas y así facilitar nuevas oportunidades que provean un hábitat seguro y productivo;
  4. Crear una base de apoyo para la conservación a largo plazo de las aves playeras;
  5. Enfocar el monitoreo y la investigación para informar las decisiones de manejo del hábitat.

Manomet y sus socios podrán ampliar las acciones para ofrecer cada vez más soluciones transformadoras en todo el ciclo de vida de la migración de las aves playeras al conectar redes de sitios enfocadas en abordar las barreras para la conservación local y al mismo tiempo compartir el conocimiento y las lecciones aprendidas a través de las fronteras geopolíticas.

El desafío más importante para el futuro de las poblaciones de las aves playeras es la falta de conexión entre la acción local y global. A través de un enfoque dirigido a la conservación de sitios, intercambiando experiencias entre los sitios e integrándolos en iniciativas de conservación más amplias, Manomet busca cerrar esta brecha, inspirar e informar los cambios a nivel global y político. Necesitamos cambios en estas escalas más amplias para detener el ciclo de “apagar fuegos” sobre las amenazas cada vez más frecuentes en los sitios y generar impactos reales hacia la conservación de las aves playeras. Sin la ampliación de los esfuerzos a lo largo de la Red, la lista de poblaciones de aves playeras al borde de desaparecer seguirá aumentando.

Foto de portada: Una bandada de Limosa haemastica y Numenius phaeopus en el Río Chamiza, Chile. Foto: Daniela Díaz.