¿Construir una Isla para las Aves Playeras? Un Experimento en Georgia Muestra su Potencial

La creación de “islas de aves” a partir de sedimentos dragados puede ayudar a compensar la pérdida de hábitat debida al clima a lo largo de la costa Atlántica.

Publicado originalmente en manomet.org

Por: Kat J. McAlpine, Manomet

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE. UU. (en adelante “Army Corps”) mantiene el acceso a todas las vías fluviales, puertos, y muelles de nuestro país. Desde 1998 ha dragado casi 994 millones de metros cúbicos (1,3 billones de yardas cúbicas) de sedimentos a lo largo de la costa Atlántica para hacer frente a los procesos de erosión y deposición costera, mantener abierta la navegación para embarcaciones y barcazas, y el comercio en general.

 

Esa cantidad de sedimento es suficiente para pavimentar 92.000 kilómetros (57.000 millas) de autopista de cuatro carriles que podrían dar la vuelta a la línea ecuatorial más de dos veces, dice Mike Molnar, Director de la Iniciativa de la Zona Costera de Manomet. La mayoría de los materiales dragados suelen ser arrastrados a mar abierto y se depositan allí, lo que hasta ahora ha sido la opción más rentable para el “Army Corps”. Sin embargo, Molnar ve ese material como oro. Él plantea que hay oportunidades para usar esos sedimentos con efectos beneficiosos: específicamente, para aumentar y construir nuevos hábitats para las aves playeras a lo largo de las costas y vías fluviales del Atlántico, una parte clave de la ruta migratoria del Atlántico por la que viajan las aves playeras durante sus migraciones anuales.

Para poner a prueba la idea, esta primavera las autoridades estatales y federales usaron los sedimentos que el ¨Army Corps¨ extrajo de una vía fluvial cercana. Así crearon una “isla de aves” en el delta del río Altamaha en Georgia, con lo que se restauró una isla pantanosa erosionada.

Tim Keyes, biólogo de vida silvestre de la División de Recursos de Vida Silvestre de Georgia quien supervisa la conservación e investigación de las aves en la costa, trabajando incansablemente con Kelie Moore, la coordinadora federal de coherencia de la División de Recursos Costeros del estado, se acercó al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE. UU. con la idea de diseñar y crear una isla nueva. Éste sería el primer proyecto de “mejor uso” de sedimentos costeros de Georgia. Tanto Keyes como Moore combinaron sus amplias experiencias en gestión costera para facilitar la creación de este valioso hábitat.

“Anteriormente, el sedimento se consideraba un subproducto — con este proyecto, se está utilizando para aumentar el hábitat natural de la isla”, dice Molnar. “El material dragado se ve como un recurso, en vez de un desecho”.

 

La “isla de las aves” es una de las primeras de su tipo en crearse en Georgia. “Es un montículo de limo y arena al lado del canal del río. Está destinado a ser transitorio y temporal, y se erosionará”, dice Molnar. Pero mientras tanto, la isla provee a las aves playeras — durante su migración transcontinental de América del Sur al Ártico y luego de regreso — un lugar de descanso crítico en un área donde la costa se ha erosionado rápidamente por las inundaciones provocadas por el cambio climático y el aumento del nivel del mar.

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Especies cómo el Playero Rojizo dependen de las playas del Atlántico durante su migración. Foto: Brad Winn.

El proyecto se puso en marcha gracias a la coordinación de biólogos de aves playeras, agencias de vida silvestre estatales y federales, socios estatales, ONG, y el “Army Corps”, quienes se reunieron en talleres diseñados para generar ideas sobre formas beneficiosas de aprovechar los sedimentos dragados. “Se pueden lograr cosas buenas cuando tienes los actores correctos en la mesa”, dice Molnar. “Se trata tanto de la coordinación como de la gestión de recursos, y estos talleres ayudaron a reunirlos a todos”.

 

Los talleres, financiados en parte por la Fundación Nacional de Pesca y Vida Silvestre y la Fundación R. Howard Dobbs, Jr., hasta ahora se han llevado a cabo en Georgia, Virginia, Nueva Jersey, Delaware, y Massachusetts, y han sido copatrocinados por personal de la Organización de Estados Costeros. El primer taller de Georgia, realizado en 2019, contó con la asistencia de más de 30 participantes. “A partir de esas conversaciones, identificamos proyectos potenciales y resultaron en muchos emparejamientos, como me gusta llamarlo”, dice Molnar.

 

La isla de aves de Georgia puede ser efímera, pero el proyecto de esta primavera sirvió como una prueba de concepto exitosa, mostrando que cuando los socios se coordinan, el material dragado se puede colocar en áreas que podrían beneficiar desde la restauración de la costa hasta apoyar a las aves playeras y otra vida silvestre local.

 

“El uso beneficioso de los sedimentos de dragado no es un concepto nuevo”, dice Laurel Reichold del “Army Corps”, directora del Centro Regional de Experiencia en Manejo de Sedimentos del Atlántico Sur, “pero la construcción de islas de hábitats para las aves y la restauración de marismas con sedimentos de dragado son bastante nuevos para nuestra región; y se necesita una comunidad de expertos para formular planes exitosos. Esperamos continuar la colaboración con Manomet y otros para ampliar la implementación de este tipo de proyectos en toda la región”.

Foto de Portada: Un grupo de aves playeras reunido antes de ir a descansar a lo largo del delta del río Altamaha, Georgia. Foto: Brad Winn